Graveyard Keeper: Me quiero morir

13/11/2018 | LadyGenya | 1 comentario
Se busca persona responsable con gusto por la jardinería, dotes culinarias y habilidades sociales. Interesados, acudan a su cementerio más cercano, por favor.
Graveyard Keeper ofrece el trabajo de tus sueños de gestionar tu propio cementerio mientras conoces a la maravillosa gente de la aldea: el herrero, el tabernero, la calavera que te pide alcohol… Ah sí, la maravillosa vida en el campo.
El humor negro, los chistes malos y los personajes estrambóticos es algo que no podía faltar en un juego de estas características. El jugador puede identificarse con el protagonista desde el primer momento: teniendo en cuenta que nuestro objetivo se basa en un “Yo solo quiero irme a casa y que me dejéis en paz”.
Tiene un árbol de habilidades muy completo en el que podremos ir avanzando poco a poco en las labores necesarias para ser el mejor sepulturero de todos los tiempos: carpintería para que tu tumba sea la envidia del vecindario, teología para que tus feligreses estén contentos o anatomía para vender las mejores hamburguesas… ¿Que te parece sospechoso que el señor del cementerio venda carne? Esa acusación es muy fea.
Sin embargo, el juego presenta problemas muy básicos: poder encontrar los lugares para fabricar los objetos que necesitamos para “adecentar” nuestras tumbas y que la iglesia nos introduzca en la lista de los mejores mil cementerios del condado va a ser algo que va a costar la vida de muchos ciudadanos.

El momento en el que aprendes a hacer lápidas es el más feliz de tu vida como sepulturera
El juego es duro. El avance se hace poco a poco, lo que para algunos jugadores puede considerarse más atractivo que para otros, el juego no te va a dar unas palmaditas en la espalda por jugar un par de horas, sino que está preparado para jugadores que no se den por vencidos. ¿Pero qué esperabas? ¿Un camino de rosas? ¡Esto es el medievo! ¡Aquí hemos venido a ganarnos en el pan con el sudor de nuestra frente! ¡Así que coge esa pala y cava una buena tumba!
Llevo muchas búsquedas en guías de Internet, muchos paseos por el mapa y muchas estrellas a las que les he pedido deseos, y he tardado siglos en encontrar la manera de fabricar un simple letrero para marcar las tumbas. Y según Internet, no soy la única con este problema.
Se necesita una gestión más intuitiva de los recursos. Y es que el juego ni siquiera cuenta con un diario para que el jugador recuerde las misiones que tenía previstas, si no te acuerdas de algo… ¡carga con el muerto!
No, en serio. Es un marrón. No sé lo que estoy haciendo con mi vida.

Nadie espera hacerse amiga de la inquisición
La inmersión en el mundo medieval se consigue tanto con la dura jugabilidad como con unos NPCs carismáticos. Una idea muy interesante que tiene el juego son dilemas éticos de los que nos hacen partícipes en el juego: ¿Qué clase de carne escogemos para las fiestas del pueblo? ¿Nos apuntamos a la quema de brujas de la inquisición? ¿Tiramos a ese señor al río?
Pero es importante saber qué es lo que TinyBuild y Lazy Bear Games (creadores de Punch Club) quieren conseguir con este juego: En mi opinión, una gran referencia a los juegos de gestión, para poder reírte un rato de las mil y una horas de tu vida que has estado cuidando tomaticos en el Stardew Valley… ¡Y eso lo hacen de muerte!
El 31 de octubre se ha añadido el contenido gratuito para Halloween, que además de decorar las calles con calabazas, brujas y calaveras permite dar una nueva vida útil a los cadáveres.
¡Zombis! Esa mano de obra barata que te hará los recados y limpiará tu casa por un salario de un par de cerebros. Lo cual soluciona el problema de que el juego sea demasiado repetitivo, ya que podrás usar tu energía para otras tareas más interesantes que cortar leña. ¿A qué esperas? ¿No te mueres de ganas de contratarlos como mozos? ¡Estoy segura de que ellos sí!
En cuanto a la estética; el pixel art está muy trabajado, con unos escenarios llenos de detalles, sobre todo por la noche es cuando el cementerio luce más sombrío y consigues sentirte más en sintonía con el mundo de Graveyard Keeper. Aun así, se echa de menos un poco de personalización del avatar. Al ser una historia donde el protagonista ni siquiera tiene nombre, podrían haber permitido que no todos tengamos que ser un señor barbudo.
Así que ya sabes. Coge tu pala, ve a tu jardín y cava un pequeño hoyo para que nadie te moleste mientras juegas. ¡Y recuerda! Nunca compres hamburguesas cerca del cementerio… Aunque tu brazo tiene buena pinta… ¿Puedo? Venga, solo un mordisquito…
Muchas gracias a TinyBuild y a Lazy Bear Games por la copia de prensa.
Alguien me dijo una vez “Señorita, voy a convertir esos videojuegos en deberes.” y me moló.
Etiquetas: games, gestión, graveyard keeper, humor, indie, lazybeargames, reseña, tinybuild
Me ha encantado el análisis de Graveyard keeper y como bien dices, se necesitan muchas horas, quizas demasiadas pero sin duda alguna es un «buen sitio» para perderse jeje. Muy buen texto, seguid así!!!