Un movimiento (corporativo) sexy, un movimiento (corporativo) sexy…
Análisis de Max Gentlemen Sexy Business!

13/10/2020 | akusokozan | No hay comentarios
Cuando las buenas gentes de Patreon propusieron que alguna de nosotras jugase a Max Gentlemen Sexy Business! (desarrollado por The Men Who Wear Many Hats), viendo el título pensé “¿De verdad quiero que este sea mi primer dating simulator?”. Y la respuesta es que sí, este debía ser mi primer dating simulator.
En Max Gentlemen Sexy Business! encarnamos a una persona de familia rica en la época victoriana. Las juergas, amoríos y aventuras caracterizan a nuestro personaje, que podemos modificar de aspecto y ropa. En una de estas nuestro archienemigo, al que también podemos caracterizar, se aprovecha de nuestra ausencia y nos roba el negocio familiar. ¿Qué tenemos que hacer? Pues obviamente, recuperarlo todo a toda costa. ¿Cómo? Pues… escalando (y seduciendo) en nuestro camino de vuelta a la cima victoriana del capitalismo industrial.
Imagina ser… una mujer de negocios en la era victoriana
Este juego mezcla los estilos de gestión y romance. Para llegar a recuperar nuestro dinero e inmuebles, necesitamos acabar con el resto de negocios de los barrios de la ciudad y, básicamente, hacernos con el monopolio. Para ello, tenemos que pegarnos con los dueños de los otros establecimientos (sí, pelea física a puñetazo limpio). Pero no podemos conseguirlo sin ayuda, y también tenemos que buscar aliados.
Nuestros aliados se van desbloqueando al avanzar, y al principio solo nos ofrece elegir a uno entre tres. Cada personaje tiene unas características especiales, como por ejemplo ganar más dinero cuando van al banco. Podemos enviar a dichos personajes a distintas ubicaciones del mapa, donde podemos conseguir empleados, dinero, o ganar fuerza, entre otras posibilidades. Una vez hemos adquirido suficiente fuerza y empleados como para enfrentarnos a otros comercios, es tan simple como poner a nuestros personajes en el parque y que se líen a tortas con el comercio enemigo. Evidentemente, la dificultad aumenta conforme avanzamos, y hemos de prepararnos para mejorar nuestros números antes de enfrentarnos al siguiente comercio.
Y, aunque aumenta la dificultad, también tenemos objetos y características que potencian nuestras habilidades. Algunas son específicas para los personajes, mientras que otras las podemos repartir como queramos. Se consiguen de distintas formas, ya sea avanzando con los negocios del barrio o mandando a alguien de viaje de negocios a otros lugares para conseguir dinero y objetos. Según a quién enviemos y a dónde decidamos ir de viaje de negocios, la recompensa será distinta, lo cual ofrece dinamismo y resulta más interesante. Además, las recompensas cambian cada semana, así que si no puedes conseguir una puedes esperar a que reaparezca en otro lugar la próxima vez.
Todo esto, además, va a contrarreloj, puesto que tenemos a una mecenas que nos ofrece dinero para levantar nuestro negocio, y cada cierto tiempo hay que pagarle parte de esa deuda. El dinero lo obtenemos del banco, pero cuantos más negocios hundamos mayor será nuestro beneficio y mejor para mí el suyo beneficio político más rápido conseguiremos el dinero. Capitalismo puro y duro, qué queréis que os diga.

El buen comportamiento está en alza — ¡Ahora estoy culturizada de cojones!
Donde tengas la olla, no metas la…
Las mujeres y hombres que se unen a nuestra causa además de ayudarnos en los negocios también intiman con nuestro personaje, porque para algo estamos en un dating sim. Para gustos, colores, y entre todas las opciones disponibles para romance hay una gran variedad de personas: la mujer steampunk, el señor mazado, la bruja, el joven tímido… Podemos elegir entre una gran variedad de pretendientes según nuestro gusto. El juego nos deja avanzar en nuestros amoríos a través de citas y eventos, que nos ayudan además a desbloquear nuevos atuendos para los pretendientes.
En la pantalla principal del juego encontraremos el calendario con los días en los que ocurra cada evento. Podemos tener encuentros para tomar el té, darles un masaje o, cuando rellenamos un corazón completo con nuestro crush (¿los jóvenes siguen diciendo crush?), tener una cita con esa persona. En los encuentros para tomar el té, bien podemos preparar el té según el gusto de la otra persona, podemos echar un pulso con ellos o jugar a juegos como “¿Qué prefieres, x o y?”. Según lo que escojamos, ganaremos puntos a favor de forma más o menos rápida.
Además, también aparecerán decisiones rápidas que tendrás que hacer sobre la marcha. Tu mayordomo y tu criada te ofrecerán de cuando en cuando opciones para decidir sobre algo, ya sea de los negocios o de tu oficina y empleados. Dependiendo de la decisión, puedes ganar o perder popularidad entre la clase obrera, ganar corazones con alguno de tus intereses amorosos o ganarse el favor de tu criada y mayordomo. Normalmente, en todas las decisiones ganas algo en un aspecto y pierdes en otro, y tu decisión dependerá del tipo de juego que quieras hacer.
Llegado el momento, también podemos escoger qué tipo de relación queremos con los pretendientes. Podemos escoger entre tener una bonita amistad, un rollete o una relación, para así avanzar según nos convenga más o nos atraiga una u otra persona. Algo que también es muy importante en este aspecto de romance es que, al inicio de la partida, te preguntan con qué nivel de desnudez te sientes más cómoda. Esta opción es maravillosa si prefieres ir más a tope y ver unas vestimentas más atrevidas, o por el contrario prefieres que sea lo justo de picante (o incluso que todo el mundo vaya vestido de pies a cabeza). El juego respeta tu decisión en todo momento, y además se puede cambiar más adelante si así lo decides. Ese equilibrio para ajustar el romance y la picardía a lo que la jugadora se sienta cómoda es un gran punto a favor que también me ha sorprendido gratamente (recordemos, ¡mi primer dating sim!).
Gestiona, romancea y ¡ríete!
El sentido del humor de este juego es ridículo como él solo. Entre gestionar tus negocios, y sacarle los colores a tus socias y socios tienes la oportunidad de elegir los diálogos para que tu personaje hable e interactúe con los demás. Puedes escoger comentarios absurdos, divertidos o maleducados, pero todos están hechos con buenas intenciones y no se ataca a ningún personaje en ningún momento, haciendo que sea un juego bienintencionado y apto para la gente que busca un juego sin violencia de ningún tipo. De momento, esos diálogos solo los podemos escuchar y leer en inglés, pero es un lenguaje sencillo y por suerte no se basa en el inglés victoriano de hace dos siglos. Además, cuando se usa una palabra no muy común, aparece un icono que al hacer click nos muestra la definición de esa palabra.

«Pareces la portada de muchas de esas novelas picantes»
La música, además, es divertida y alegre. Varía según el personaje y la pantalla donde estés, y es lo suficientemente estable como para que no te ponga nerviosa mientras juegas. Además, como buen juego, se puede ajustar el volumen en las opciones por si se hace muy pesado. En la versión de Steam hay logros que son fáciles de conseguir y entretenidos, que no suponen ningún esfuerzo adicional por nuestra parte y que, en lugar de suponer un reto a superar para que nos den el carnet gamer, hacen que sea un complemento bien recibido.
En general Max Gentlemen Sexy Business me ha dejado muy buen sabor de boca, y creo que ha sido una idea acertada para introducirme al vasto mundo de los dating simulator. Tiene humor, romance, y gestión, lo cual lo hace entretenido por todos lados y, aunque no sea un juego de echar 5 horas seguidas, es tranquilo y fácil. Hay personajes variados para todos los gustos, y tanto la música como la jugabilidad son muy disfrutables. Además, ¡las pantallas de carga son señores bailando de forma sexy!
Reina de la procastinación. Juego a cosas, escribo de cosas y leo sobre cosas. The Witcher 3 me absorbió el alma y desde entonces no he sido la misma.