Análisis de SuchArt: Genius Artist Simulator

Análisis de SuchArt: Genius Artist Simulator

Hay una serie de videojuegos que yo llamo de desconectar el cerebro. Juegos que no requieren una gran concentración pero consiguen abstraerte por completo (más si te pones un podcast de fondo). PowerWash Simulator, House Flipper, farmear en cualquier JRPG… El caso de este análisis, SuchArt: Genius Artist Simulator, entra más o menos en esta clase. Menos porque nos va a exigir cierta concentración pero por la filosofía del juego, tampoco nos va a absorber por completo, sino que ofrece una experiencia calmada y relajada y donde, ante todo, exploraremos nuestra creatividad.

Encarnamos a una joven promesa artística, con mención especial a que puedes escoger tus pronombres, aunque en la traducción en español haya una mala traducción del neutro (confiemos que por despiste). En un futuro donde las IAs dominan el mundo del arte, nuestro examen genético ha determinado que tenemos talento para poder dedicarnos a pintar, tanto lo que queramos como diversos encargos.

Estos encargos nos desvelan poco a poco más detalles de este futuro, donde los robots organizan sentadas pacíficas por sus derechos y una raza alienígena, los Crabux, con forma de cangrejos terrestres, viene a robar nuestra agua salada (o eso dicen). Nos llegarán encargos desde madres que quieren mostrar el amor por su familia, a personas que buscan usar nuestros cuadros como herramienta hermanadora entre Crabux y humanidad, pasando por gente con intereses oscuros. Paralelamente, nuestra hermana y nuestro abuelo nos mandarán correos, la primera como “apoyo” y el segundo para enseñarnos más de la galaxia a través de sus aventuras por campos de asteroides de patatas.

En cuanto a los materiales, el cielo es el límite. Empezaremos con un kit básico de pinceles, además de acceso libre a sprays y pinturas. De los primeros tendremos más limitación con la mezcla de colores, pero de pinturas… ay, de pinturas podremos combinar colores como se nos antoje. Incluso si los tubos básicos no nos convencen, podremos juntar colores a nuestro gusto en un robot dispensador.

Reproducción de La gran ola de Kanagawa en SuchArt

Lo que pides

Y los colores son sólo el inicio. Una vez vendamos cuadros, podremos comprar nuevas herramientas en el mercado. Tendremos desde tradicionales pinceles de brocha gorda y fina, a otros para crear efectos de difuminado, incluso objetos más… curiosos, por así decirlo: papel de lija, un plumero, un secador de pelo, pistolas de pintura, un soplete… De primeras nos preguntaremos qué hacen muchos objetos, pero una vez los tengamos en nuestro poder y experimentemos, encontraremos una razón de ser a cada uno de ellos. También tendremos a nuestra disposición decoraciones y complementos para facilitarnos la labor de pintura.

En cuanto a las superficies, tampoco nos encontraremos ningún tipo de límite donde plasmar nuestro arte. Tendremos a nuestra disposición lienzos en formato grande y pequeño, cada uno con diferentes dimensiones y proporciones. Y si se nos queda corto, nuestro estudio también es una buena superficie para pintar. Como digo, no hay ningún tipo de límite. Podremos decorar a nuestro gusto techo, suelo y paredes. Eso sí, tened cuidado porque si nos salimos del lienzo, pintaremos lo que haya detrás. Podremos borrar si nos equivocamos usando una esponja pero no es un borrado fino y se cargará todo lo que haya.

SuchArt quiere que experimentemos y exprimamos nuestra creatividad, y por eso pone a nuestra disposición varios modos de juego: el normal, uno donde avanzaremos más rápido y un modo libre. Este último nos desbloqueará todas las herramientas y partes del estudio, con lo que podremos dar rienda suelta a nuestra imaginación desde el minuto cero. O al menos a los límites de nuestra habilidad con el ratón. Por suerte, aquellas personas que tengan una tableta gráfica podrán conectarla al juego y usarla como herramienta. Esta opción, lamentablemente, no hemos podido probarla, pero nos ha permitido obtener cuadros un poco más… abstractos. Aunque el ratón es limitado, se pueden conseguir cosas apañadas.

Dos lienzos simples con el logo de Todas Gamers y el pájaro que chilla en una rama

Lo que te llega

Podremos mostrar con orgullo nuestro arte en una galería, donde colocaremos aquellas pinturas que más nos gusten. También nos permitirán conseguir un dinerillo extra con visitantes virtuales que acudan a contemplarlas. Porque sí, el arte está muy bien, pero comer está mejor. Cobraremos por nuestros encargos, pero se nota que estamos en un mundo de ficción y no tendremos clientes que nos querrán regatear o que no estén felices con el resultado. Da igual que nuestras habilidades dibujísticas no sean lo mejor de lo mejor, o que el tema del encargo no sea fiel. Aquí nadie se disgusta con el resultado final. Y si nos aburrimos, tendremos tareas que nos harán experimentar, y nos reportarán fama y créditos.

Dentro de las opciones hay algunas mejoras de accesibilidad, como un modo para daltónicos que mostrará un mensaje de qué color es cuál y la saturación que tiene, pero sólo antes de pintar, por lo que habrá que andar con cuidado. También tiene diversas opciones para cambiar la cámara y su movimiento, para aquellas personas afectadas por la enfermedad del simulador, además de una opción de poner el ratón en modo para zurdos. Debo destacar que el juego está localizado a varios idiomas (debidamente acreditados), incluido el español, aunque la traducción cuesta seguirla en ocasiones.

Por si todo esto nos pareciera poco, SuchArt pone a nuestra disposición un modo streamer, que permite conectar el juego con nuestra cuenta de Twitch y desbloquear opciones nuevas para que el público intervenga de forma más directa en nuestro proceso creativo. Y por supuesto que vamos a querer crearlo, porque el arte se disfruta más cuando se comparte y cuando tenemos a nuestra disposición tantas herramientas, pues mejor en compañía.

Clave de prensa propocionada por HypeTrain Digital.

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Darkor_LF
Darkor_LF @darkor_LF

Difusora de la palabra de Pratchett a tiempo completo. Defensora de causas pérdidas e inútiles. Choconiños o barbarie. Hipster por necesidad. Tengo una pipa falsa. +50 en pedantería.

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