Siembran vientos, recogerán tempestades

Análisis de The Devil in Me

Análisis de The Devil in Me

“Nací con el demonio dentro de mí”. Esta frase tan gráfica es una de las más famosas pronunciadas por H. H. Holmes, considerado el primer asesino en serie conocido de Estados Unidos. También es la que da nombre a The Devil in Me, título de la última entrega de The Dark Pictures Anthology. La saga de juegos, que comenzó con Man of Medan, culmina así su primera temporada, aunque se ha anunciado el desarrollo de una segunda.

Para todas las personas que tengan curiosidad, el contexto histórico es llamativo. La trama de The Devil in Me tiene su origen en un lugar tan real como Chicago, que en el año 1893 acogía la Exposición Mundial Colombina, efeméride de los 400 años de la llegada de Cristóbal Colón al Nuevo Mundo. Tal evento congregó a gran cantidad de visitantes, lo cual como es lógico significa un importante aporte económico a los negocios locales, especialmente aquellos relacionados con la hostelería. En este contexto aparece la figura del Dr. Holmes (cuyo nombre real era Herman Webster Mudgett y que nunca terminó sus estudios de Medicina), propietario del World Fair Hotel, comúnmente conocido como “El Castillo”. Fuera de las irregularidades en la construcción (como el hecho de emplear a diversas personas, no pagarles y despedirlas a los pocos días) no hubo más incidencias y el establecimiento funcionó mientras duró la feria. Al terminar ésta, sin embargo, Holmes se vio escaso de fondos e intentó cobrar el seguro de vida de un antiguo colega, al que había asesinado. Durante la investigación de ese suceso, los detectives llegaron al Castillo, donde descubrieron un edificio lleno de cadáveres y estancias dedicadas a infligir la muerte en todas sus formas. Holmes confesaría hasta 200 asesinatos (parte de ellos falsos) y fue ahorcado en 1896.

En la recepción del World Fair Hotel un esqueleto en primer plano se apoya en una pared mientras los huéspedes esperan en recepción

Tras una introducción, que hace las veces de tutorial y nos muestra muy sucintamente este contexto histórico, un salto en el tiempo nos lleva a la actualidad. Un equipo de grabación de documentales con un éxito bastante limitado recibe una oferta del excéntrico millonario Granthem Du’Met para un reportaje acerca de un familiar suyo, obsesionado con la figura de Holmes, de quien dice descender. Este grupo lo conforma un conjunto bastante variopinto de personajes: Kate, Mark, Jamie, Erin y Charlie, el más veterano y responsable del equipo. Como viene siendo habitual, cada uno tiene sus propios rasgos de personalidad de base, pero en nuestras elecciones está potenciarlos o destacar otros diferentes. Todo ello marcará las relaciones entre ellos y el devenir de los acontecimientos. Respecto de todo este equipo, nuevamente Supermassive hace que, por lo general, nos dé más bien poca pena si perdemos a alguno de los personajes. Como ya ocurrió en Man of Medan, un poco menos en Little Hope y House of Ashes, con alguno de nuestros aguerridos documentalistas es muy difícil empatizar y nos dará ganas precisamente de experimentar los distintos modos de ejecución que nos ofrece la recreación del World Fair Hotel.

Se han implementado mecánicas nuevas. Por un lado, la posibilidad de que los personajes empleen objetos durante la exploración. Así, Charlie puede forzar cerraduras utilizando una tarjeta o un alfiler de corbata, sin ir más lejos. En ocasiones necesitaremos ocultarnos para que no nos descubran los enemigos, y nuestros reflejos serán puestos a prueba. También vuelven otras que ya se introdujeron previamente, como la de apuntar para disparar o lanzar objetos; y pulsar botones sincronizándonos con los latidos del corazón, introducida en Little Hope. Y, por supuesto, los quick time events. El lapso de tiempo que da para realizarlos es bastante razonable, aunque más de una vez los nervios podrán jugarnos una mala pasada y pulsaremos el botón equivocado. Durante el juego recolectaremos monedas u óbolos, que podremos gastar en obtener los modelos 3D del juego en el apartado de extras. Los guiños a películas de terror son constantes. Ya sabemos que la saga nos ofrece un modo de juego muy cinematográfico, pero en The Devil in Me se encuentra particularmente marcado. Nos traerá a la mente escenas de Psicosis, It o El Resplandor, por poner algunos ejemplos.

Mark, de espaldas, se encara a unos pasillos del World Fair Hotel reconstruido

Ambientalmente es impecable. Ya desde el principio se nota el cuidado en la recreación del Castillo de Holmes, no solamente en la estructura del edificio sino en sus alrededores. En su momento y antes de adquirir el terreno, Holmes se hizo con la farmacia en la que trabajaba, primero seduciendo a su propietaria y luego haciéndola desaparecer. Dicha farmacia aparece en el juego en las primeras escenas, por poner un ejemplo. Asimismo, se nota la mejoría gráfica en la animación facial. Una de las principales críticas de House of Ashes era precisamente ésta: algunos personajes eran cuanto menos difíciles de mirar por sus expresiones forzadas y su modelado regular. Esto no ocurre en The Devil in Me donde, si bien la animación no es perfecta, se ha cuidado mucho más el traslado de las características de los intérpretes a los personajes del juego. Sí es cierto que a veces los gestos pueden ponernos de los nervios  (¡esas sonrisas forzadísimas!), pero en general se nota mucho la mejoría técnica. Respecto al doblaje, cuenta con un reparto de primer nivel y encontraremos muchas voces conocidas. Han vuelto a cambiar, a mi pesar, al actor de doblaje de Pip Torrens (El Conservador), pero esto lo notaremos únicamente si hemos jugado al resto de títulos de la saga y el trabajo de Juan Carlos Gustems es magnífico.

En cuanto al rendimiento, es bastante bueno, aunque no exento de bugs. Curiosamente en mi caso se concentraron en las voces: por algún motivo desconocido de pronto los personajes comenzaban a hablar en inglés durante un rato. Supermassive Games es conocedor del problema y será resuelto próximamente mediante un parche. También pueden aparecer saltos en las animaciones en determinados momentos de las cinemáticas. En este aspecto llama la atención lo accidentado del lanzamiento: ninguno de sus predecesores, ni tampoco The Quarry (aunque no forme parte de The Dark Pictures Anthology), presentaba este tipo de incidencias. He jugado en modo “A solas” y no he podido probar el cooperativo, pero es en este último en el que he leído la mayor parte de las quejas.

The Devil in Me pone punto y final a la primera temporada de The Dark Pictures Anthology de un modo más que digno. Sin ser un juego de terror como tal, fuera de unos cuantos jumpscares, nos devuelve a la incomodidad que nos hicieron sentir Man of Medan y Little Hope. Todo ello aderezado con el magnetismo que supone el crimen real, y aprovechando referencias a películas clásicas para mejorar la ambientación y crear escenas impactantes. Una vez resueltos los problemas técnicos, nos encontraremos sin lugar a dudas con un título para disfrutar entre todas las personas amantes del género.

Clave proporcionada por Bandai Namco.

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Alystrin
Alystrin @Alystrin

Cosplayer, otorrinolaringóloga, streamer y, sobre todo, mamarracha profesional. Cuqui del almendruqui que no dudaría en sacarte las muelas por tus "incorrecciones políticas"

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