Análisis de Coffee Talk Episode 2: Hibiscus & Butterfly

A veces hay juegos que basan su atractivo en su supuesta simpleza. Y digo simpleza porque, para quien sepa poco sobre diseño de videojuegos, puede parecer que todas sus mecánicas son algo extremadamente básico. Sin embargo, en cuanto decides rascar un poco la superficie te das cuenta de que para que ese juego resulte atractivo y enganche, las personas que lo desarrollaron tenían que saber perfectamente qué era lo que estaban haciendo. Esta es un poco la sensación que me dio hace algún tiempo, cuando jugué por primera vez Coffee Talk, y que se ha vuelto a repetir una vez más con Coffee Talk Episode 2: Hibiscus & Butterfly, un juego donde me encontré la continuación perfecta del primer título.

Coffee Talk Episode 2: Hibiscus & Butterfly es un juego que inicialmente no iba a ser un juego. Ideado como un pequeñísimo DLC del primer título, acabó convirtiéndose en algo tan grande que no tenía sentido seguir manteniéndolo como DLC, a pesar de ser en todos sus sentidos una continuación directa de Coffee Talk. Y se nota. Sin embargo, gracias a que la base ya era tan buena, ese hecho no le perjudica, sino que le ayuda a empujar un poquito más allá sus puntos más fuertes sin tener que preocuparse de crear un nuevo ambiente, localización, personajes o, por qué no, protagonista, dejando que la persona que vaya a jugarlo se encuentre exactamente ese café tan acogedor que no había vuelto a visitar en algún tiempo.

Han pasado ya 3 años desde la última vez que estuvimos en Coffee Talk, nuestra pequeña cafetería nocturna en la que lo más importante es conseguir que los clientes se sientan a gusto. Sin embargo, todo ha cambiado muy poco, y aunque la espera durante el desarrollo se sintió como una eternidad, en cuanto abrimos el juego nos invade la sensación de haber estado todo este tiempo con esas personas que ya sentíamos como amistades. Todo sigue igual, abrimos cada noche, esperando ser el refugio de esa gente que no tiene muy claro qué hacer o a dónde ir. Y, por supuesto, nuestra tarea principal es escucharles. Como sucedía en el juego anterior, los acontecimientos van delimitados por días, en los que vendrán ciertos personajes concretos para ir desarrollando su propia historia en la que no tenemos nada de protagonismo, pero podremos influir poquito a poco en sus decisiones. Sobre todo, cuando les ofrecemos la bebida perfecta para su situación.

La gente que viene por nuestra cafetería ya es vieja conocida. Veremos a Gala con sus líos de hospital, a Hyde con su vida de modelo, a Lua y Baileys preparando su boda, a Aqua y Myrtle tentando nuestras ganas de gritarles “BESAOS YA”, y muchas otras personas más. Pero no todo se queda ahí, y es que podremos conocer a nuevos personajes que acabarán relacionándose con los ya conocidos, como una banshee llamada Riona, el fauno Lucas, o Amanda, que ya descubriréis de dónde ha salido. Como ya sucedía en el título anterior, no todos aparecerán el mismo día (que a ver quién paga tanto café), sino que irán viniendo en pequeños grupos, para que la trama vaya fluyendo bien conectada. Y es que, dependiendo de lo que vayamos subiendo nuestra relación con ellos, acabaremos con diferentes finales para cada personaje, siendo uno muy bueno y otros un poco más regulares. Así que, si no nos parece segura una elección de bebida, lo mejor es descartarla y volver a intentarlo antes de dársela, por el bien de su propio futuro.

Las mecánicas que nos encontramos en este nuevo título son prácticamente las mismas del anterior, aunque tiene ciertos detallitos extra que ayudan a entender que han pasado tres años. Seguimos teniendo nuestra máquina de café en la que tendremos que mezclar los tres ingredientes necesarios para conseguir la mejor bebida y, además, ahora también ofreceremos té de hibisco y té anchan, lo que hará que nuestro número de recetas aumente bastante, además de ciertas recetas extra que podremos realizar con ingredientes ya conocidos. Por supuesto, también estará la posibilidad de redescubrir las que ya aparecían en el juego anterior. Aparte de eso, la decoración de las bebidas seguirá siendo una opción para quien se atreva (y, sinceramente, a mí me salen mejor en la vida real que en este juego), y tendremos una cosa extra a la hora de servir las bebidas: una pequeña bandejita en la que podremos colocar un objeto. Y es que en este juego nuestra clientela está un pelín despistada e irá perdiendo objetos que tendremos que adivinar de quién son, además de que nos pedirán que les entreguemos cosas a otras personas, porque saben de sobra que en cualquier momento se dejarán caer por allí. Por lo demás, seguiremos teniendo acceso a nuestro teléfono en el que podremos consultar las recetas aprendidas, cambiar la música de fondo, leer las pequeñas historias del periódico (bastante mejores que las que escribía Freya) o consultar Tomodachill, la red social utilizada en este universo. Que, además, tiene una sección nueva con stories que solo duran un día. 

El apartado audiovisual tampoco ha cambiado mucho desde Coffee Talk, y al ser una continuación tan directa lo cierto es que se agradece. Hay algún que otro pequeño rediseño de personaje, o simples cambios de ropa, pero no llaman la atención, encajan en su sitio como si siempre hubiesen estado allí. Lo que sí ha mejorado es el aspecto de las bebidas, y más de una vez nos darán ganas de levantarnos para ir a hacernos un café (¡o una queimada, que también sale!). En cuanto al sonido, sigue en la misma línea, música ligera que nos acompañará en esas muchas noches de tormenta dentro de nuestra cafetería, y que se echaría mucho de menos si no estuviese. Aunque, en cierto momento, nos dará alguna que otra sorpresa. La única cosa a la que le puedo poner pegas es, precisamente, una que me da pena porque debería haber sido mejor: la traducción. Tengo que decir que está debidamente acreditada, con gente profesional, pero hasta que vi los créditos me estuve temiendo que fuese una traducción automática o hecha por fans, porque en varias ocasiones me encontré errores gordos como frases que eran calcos del inglés y que no tienen ningún sentido hasta que piensas en cómo sería en su idioma original. El juego está muy bien escrito y la mayor parte del tiempo no encontraremos esos errores, por lo que con suerte todavía quedaba alguna revisión pendiente y se solucionará ya con el primer parche de lanzamiento.

Coffee Talk Episode 2: Hibiscus & Butterfly es exactamente el juego que cualquier fan de Coffee Talk podría haber esperado. No inventa nada nuevo, pero no lo necesita, porque el cariño que destila con cada café que servimos es más que suficiente en un título en el que lo importante son sus personajes y cómo nos relacionamos con ellos. Es un juego calentito que te dejará un buen sabor de boca, aderezado con esas respuestas a unas preguntas que se nos habían planteado en la primera entrega, entre café y café. Y, recordad, esto sí podéis probarlo en casa.