Aloy y la amabilidad

19/09/2018 | Darkor_LF | No hay comentarios
Hace un tiempo volví a Horizon Zero Dawn jugando el DLC, The Frozen Wilds. Pero no os quiero hablar de lo que podréis encontrar en el DLC, que podéis leer aquí. No, quiero hablaros de una cosa de la que no me había dado cuenta: lo mucho que había extrañado a Aloy.
Aloy es maravillosa y nos ha encadilado a todas por las muchas virtudes que tiene. Jugando de nuevo con ella, me di cuenta de una cosa que estaba ahí presente todo el rato y que no noté hasta que volví y me reencontré con ella: Aloy es un personaje amable. Por supuesto que hay muchos personajes amables en los videojuegos, siempre dispuestos a echar una mano y ayudar al más desfavorecido. La base de las misiones en cualquier juego acaba siendo cumplir tareas, pero lejos de hacerlo de forma altruista, lo hacemos por algo siempre: avanzar la historia, conseguir dinero o mejoras, desbloquear un logro o un secreto, por mera curiosidad… Tenemos que reconocer que cuando vamos a las exclamaciones doradas del mapa no lo hacemos por altruismo, sino que nos acaban por mover razones egoístas.
Jugando de nuevo con Aloy, sentí que no me pasaba esto. Sí me dediqué a completar cosas por el completismo y sacar logros, pero hubo una misión con la que me di cuenta de algo: podía haber apagado la consola y cambiar de juego, pero decidí hacerla porque a Aloy le importaba de verdad, y por su culpa a mí también. A continuación van spoilers de esta misión, que se consigue una vez terminada la historia principal del DLC, así que ya sabéis a lo que os atenéis si seguís leyendo.
Esta misión es la de Justicia en la Frontera, y nos encontraremos a Inatut, un Banuk que dice ser injustamente acusado del asesinato de un Carja. Inatut admite que se peleó con el Carja, pero no recuerda matarle, sin embargo su mente está en blanco por la borrachera. La acusación sobre él se fundamenta en que es una especie de matón de su Werak y no es la primera vez que mata. Le imponen el juicio de la montaña: pasar la noche a la intemperie, desnudo y sin armas. Un castigo de prueba igual que tirar mujeres atadas al río para saber si son brujas. Aloy cree a Inatut y decide investigar a contrarreloj para salvarlo de su muerte segura. Aloy lo hace única y exclusivamente porque es una situación injusta y empieza a estar un poco bastante harta de algunas de las filosofías de vida Banuk, como no admitir ayuda ajena para resolver pruebas. Así que decide actuar y salvar a un señor que no conoce de nada, pero no puede quedarse de brazos cruzados frente a la injustica.

Hacía mucho que no lo mencionaba. Fuente: captura propia
Todas hemos oído las historias de Arturo y los caballeros de la mesa redonda. Estos caballeros representan el ideal de caballería en su más alta pureza: siempre dispuestos a ayudar al débil y al desprotegido, sin tener en cuenta su propia integridad. No todos los caballeros son perfectos, pues todas conocemos la historia de Lancelot y Ginebra. Este fallo de Lancelot le inhabilita para la búsqueda del Santo Grial, misión que acabará tomando Gahalad, el más puro de los caballeros del Rey*.
Estos arquetipos y tropos de héroes amables y bondadosos son comunes en las historias desde siempre. El relato del joven bondadoso que ayuda a los demás y obtiene su recompensa está presente siempre, aunque sólo sea por el hecho de ser una historia ejemplarizante. Es una figura común. Muy común, por lo que acaba pasando lo de siempre: se subvierte y se cambia el tropo para crear algo nuevo. Y es aquí cuando empiezan a existir los personajes oscuros, grisáceos, antihéroes, cínicos… en lo que parece una competición de a ver quién es el personaje más tortuoso. En esta intención de buscar un cambio y ser originales nos olvidamos de los personajes amables por el camino y las historias se llenan de estos personajes cínicos y amorales, de pasados oscuros y dramáticos.
Con Aloy no pasa esto. Aunque la misión la cogí porque vi la exclamación, la continué por que me enfadé junto con Aloy y la injusticia que estaba presenciando. Y fue cuando me di cuenta de todo lo que la había echado menos. Había echado de menos su bondad, su optimismo, su amabilidad y su calidez. Porque Aloy es un personaje cálido: su preocupación por los demás es genuina y sin buscar nada a cambio. Aloy es un personaje optimista y que te contagia este optimismo. Me resulta raro ver personajes así de cálidos cuando juego, personajes que se preocupan por los demás y hacen las cosas por dejar un mundo más justo. Esta clase de personajes se agradecen en la ficción y dan algo de esperanza.
Volver a jugar con Aloy fue bonito, porque por un momento, olvidé que el Mundo Real es un lugar frío y poco agradable. Jugar con ella fue creer en que es posible hacer un mundo mejor, poco a poco y con pequeños gestos. Y me di cuenta de que a veces necesitamos estas historias y estos personajes. Cosas cálidas y calentitas, que te hagan olvidar que el exterior es un lugar hostil en muchas ocasiones. Porque necesitamos un poco de luz en medio de la oscuridad y evadirnos. Porque no todas todos los días podemos afrontar el día a día. Porque necesitamos refugios cálidos, que nos hagan sentir bien. Porque la felicidad y la amabilidad son cosas necesarias y no es de débiles acudir a ellos.
Necesitamos más Aloy que nos recuerden lo que es ser amables y que no se es débil por serlo ni por buscar refugios.
*Esta es la idea en líneas generales, ya que hay variaciones y reintepretaciones y más o menos parafernalia cristiana.
Difusora de la palabra de Pratchett a tiempo completo. Defensora de causas pérdidas e inútiles. Choconiños o barbarie. Hipster por necesidad. Tengo una pipa falsa. +50 en pedantería.
Etiquetas: Aloy, calentito, Guerrilla Games, Horizon Zero Dawn, personajes amables, PS4, Sony, The Frozen Wilds