The House in Drama Morgana

Análisis de The House in Fata Morgana

Análisis de The House in Fata Morgana

Me gustan mucho los libros y por eso me gustan mucho las novelas visuales. Sé que cada formato tiene sus propias características y no son comparables. Sin embargo, en ambos medios puedo hacer una de mis actividades favoritas: leer.

Comencé The House in Fata Morgana para aliviar el vacío que me dejó Umineko no naku koro ni. Pero aunque en ambas obras se hable de brujas y haya dramas familiares, no pueden ser más distintas. The House in Fata Morgana nos pone en la piel de una persona que no tiene recuerdos. Una doncella nos recibe y nos dirige por los pasillos de una decrépita mansión abandonada. Tras cada puerta nos espera una historia distinta y nuestro deber será averiguar cuál es el hilo conductor que las une. ¿Por qué nos las muestra la doncella? ¿Cuál es su objetivo?

Sin duda donde más destaca y brilla The House in Fata Morgana es en su gran elenco de personajes. El juego es muy minucioso a la hora de mostrarnos sus inquietudes, motivaciones y objetivos, cada uno está bien diferenciado y son más tridimensionales de lo que puede parecer al principio. Más de una vez veremos la misma escena desde distintos puntos de vista para entender bien por qué cada personaje hizo lo que hizo. Aunque hay villanos, la mayoría de los personajes se mueven dentro de una escala moral de grises, a veces hacen cosas malas por ignorancia o porque en el fondo tenían buena intención, e incluso pueden cambiar de actitud según las circunstancias. Esto hace que sea muy fácil empatizar con ellos (ojo, eso no quiere decir que nos vayan a gustar o caer bien, pero es fácil entenderlos).

En la jugabilidad nos encontramos con una novela visual clásica sin mucha toma de decisiones. Hay siete finales malos y un final bueno que es bastante sencillo de obtener, ya que cada decisión errónea nos pasa directamente al game over. Me vais a permitir ser un poco pedante y decir que casi toda la jugabilidad sucede en nuestra cabeza, recogiendo las pistas y uniendo cabos. La lectura debe ser muy activa ya que hay una gran cantidad de anticipación narrativa y detalles aparentemente irrelevantes que cobrarán importancia más adelante.

En The House in Fata Morgana encontraremos muchas de las características de la novela gótica: la sensación de angustia, la soledad, la mansión encantada, la ambientación en tiempos pasados, la presencia de una maldición, lo sobrenatural, la doncella en apuros y el marido tiránico, el antihéroe protagonista, el secreto familiar que se cierne… Fata Morgana se mueve constantemente entre el drama y el terror, llegando a tener escenas verdaderamente agobiantes.

Esto se complementa muy bien con la estética, presentando un estilo artístico alejado del que suele ser habitual en las novelas visuales japonesas y más cercano al arte de Ayami Kojima para la saga Castlevania. Los personajes del artista Moyataro son lánguidos, pálidos y estilizados, con ojos grandes y almendrados. Donde quizás el arte no destaque tanto sea en los fondos, en los que muchas veces es evidente que es una foto con un filtro. Sin embargo, se le perdona por tener diseños tan buenos como el de Michel o Morgana.

La música es lo que termina de darle el toque particular a Fata Morgana. Sus temas a veces recuerdan a una caja de música, otras veces son canciones corales semejantes a la música tradicional europea (algunas están en portugués y latín), abundan el piano y las voces agudas para las escenas dramáticas y el metal o los efectos sonoros para las partes de terror. Hasta hay un momento en el que suena el Réquiem de Mozart. Todo el apartado artístico contribuye a que la atmósfera del juego sea misteriosa, inquietante y mágica cuando toca.

The House in Fata Morgana es un juego duro de afrontar, muchas veces es una experiencia parecida a ver un accidente de tren a cámara muy lenta, eres consciente de que algo malo va a pasar y la sensación de anticipación es insoportable. Su historia es triste, frustrante incluso, pero merece completamente la pena el viaje. Cuando todas las piezas encajan y te das cuenta de lo que realmente estaba pasando es una sensación extremadamente satisfactoria. Y aunque peque de resultar un poco melodramático nunca llega a caer en el cinismo, presentando las buenas acciones como algo positivo y no como una estupidez de los personajes. Es una pena que las partes más interesantes no se pueden comentar porque arruinarían muchas de las sorpresas que hacen este juego tan especial.

Actualmente el juego, desarrollado por Novectacle, está disponible con textos en inglés en PC, PS4, PS Vita (rip, siempre te recordaremos) y acaba de salir para Switch. La versión para consolas incluye la precuela, A Requiem for Innocence. Hablar del argumento de Requiem es meterse en el pantanoso terreno del spoiler por lo que solo diré que son unas horitas más de juego, lo cual siempre están bien si te han gustado los personajes.

En definitiva, The House in Fata Morgana es un dramón, pero es El Dramón.

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Kitttsune
Kitttsune

Ilustradora amante de los gofres y los gatos.

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