Visage: el sueño de la razón produce monstruos

20/03/2022 | Aonia Midnight | No hay comentarios
Francisco de Goya y Lucientes tituló a uno de sus grabados “El sueño de la razón produce monstruos”. En él, una variedad de seres voladores acechan a una persona que se encuentra recostada sobre su escritorio. Sobra explicar qué pretendía mostrar Goya con esta obra, dado que nombre e imagen hablan por sí mismos. Además, implicaría comentar las diferentes etapas del autor, su vida y cómo afectó a su arte, y aquí hemos venido a hablar de videojuegos. Lo que sí os diré es que se trata de un grabado que me apasiona y me viene a la cabeza cada cierto tiempo.
De hecho, comenzar este texto mencionando “El sueño de la razón produce monstruos” no es casualidad. Hace unas semanas estuvimos jugando en streaming a Visage y una de las mecánicas principales de este indie de terror se basa en la cordura del protagonista. A lo largo de la partida irán ocurriendo una serie de eventos que alterarán en mayor o menor medida su estabilidad mental, por llamarlo de alguna manera. Y quien juega podrá ver en todo momento un indicador en la pantalla que mostrará cómo se encuentra el personaje.
Cabe decir, además, que Dwayne padece nictofobia, es decir, miedo a la oscuridad, por lo que pasar tiempo alejado de una fuente de luz le pasará factura. Al tratarse de un juego de terror, entenderéis por qué esto es un problema. Las luces de la casa se apagarán, las bombillas se romperán y contamos con un inventario limitado, por lo que hay que escoger bien cuántas velas y mecheros queremos llevar encima.
Por suerte, si nuestro protagonista se altera demasiado también tendremos a nuestra disposición unas pastillas que le aliviarán en cierta medida. Otro elemento más a tener en cuenta a la hora de gestionar los objetos que portaremos, ya que se encuentran repartidas por las diferentes habitaciones. Especialmente porque cuanto más afectada tiene Dwayne su cordura, más eventos paranormales sucederán. Y esto en concreto fue lo que me hizo pensar en “El sueño de la razón produce monstruos” mientras jugaba a Visage.
La mente tiene formas de lo más variopintas de jugárnosla y las alucinaciones son, sin duda, un recurso bastante curioso. Ver u oír —aunque existen más modalidades, éstas son las más comunes— algo que no está ahí descoloca. Además, no siempre se trata de vivencias exclusivas de población clínica. Es decir, personas mentalmente sanas o sin una psicopatología diagnosticada pueden experimentar alucinaciones en ciertos momentos o etapas de su vida. Y en determinados casos superar cierto límite de ansiedad puede provocar que la persona experimente algún tipo de alucinación.
En Visage, recorreremos una casa que, de por sí, nos hace sentir que algo no va bien. Nos moveremos por un entorno laberíntico, desordenado y sucio. Además, nada más iniciar la partida recibiremos la llamada de una vecina preocupada por nuestro estado mental. Y esto sucede justo después de haber vivido una escena perturbadora tras la cual aparecemos en una sala vacía, sobre un fluido oscuro que bien podría ser sangre. Todo indica que algo malo va a pasar. Más allá del hecho de que estamos ante un título de terror y sufrir algún que otro ataque al corazón prácticamente viene implícito.
Es más, jugaremos con los nervios a flor de piel en todo momento, incluso cuando no está pasando nada especialmente aterrador. A menudo veremos que Dwayne se sobresalta con algo que nos ha pillado a otra cosa y no hemos visto. Y, sin embargo, podremos sentir la presión sobre el pecho mientras observamos cómo el indicador de cordura se ha disparado y buscamos el motivo.
Además, a esta incertidumbre, inestabilidad e incomodidad debemos añadir el hecho de que Visage no es un juego sencillo. Su dificultad radica en el hecho de que en ningún momento nos dirán qué hacer y en la mezcla —o abuso— de mecánicas que ofrece. Debemos recorrer una casa que, de por sí, es tremendamente laberíntica, atravesando dimensiones, resolviendo puzles, evitando quedarnos a oscuras, huyendo de los “monstruos” que nos atormentan y tratando de mantener la cordura. Y esto último no es fácil teniendo en cuenta que Dwayne se altera con lo más mínimo y que la actividad paranormal será prácticamente una constante.
Y, sin embargo, puede que esto fuera lo que más me gustó del juego. Una vez superada la barrera del terror, cuando comencé a fijarme en los detalles de Visage más allá de la historia o sus mecánicas, empaticé con el protagonista. Dwayne está sobrepasado a nivel mental. Así, a menudo no se encontrará a oscuras, pero reaccionará como si así fuera. También responderá con intensidad a eventos que nos pasan desapercibidos, nos hemos perdido o nos parecen normales. Y cuanto más afectada se encuentra su cordura, más actividad paranormal ocurrirá.
Y es lo que puede llegar a ocurrir con la ansiedad. Quienes superan cierto límite personal pueden llegar a sentir esta sensibilidad ante situaciones que, en otras circunstancias o con otro estado mental, no les afectarían de igual modo. Y dentro de este grupo de personas, algunas pueden incluso experimentar alucinaciones, despersonalización u otras vivencias.
En otras palabras, cuando la mente de la persona está especialmente alterada, cuando la razón se ha adormecido por haber sido sometida a demasiado estrés, aparecen monstruos. Y así nos lo muestra Visage, lo cual me parece un modo interesante y bastante acertado de representarlo. Sea de forma intencionada o de pura casualidad.
Curiosa, reflexiva y torpe // Palomitas y cerveza // Psicóloga porque lo dice un título // Mi mente está llena de mundos en los que evadirme // Nothing is true, the cake is a lie