2 ball 2 cuchi
Análisis de Slime Rancher 2

05/10/2022 | Nix | No hay comentarios
Parece que fue ayer cuando pude vivir mis aventuras en la Lejana, Lejana Pradera, pero ya han pasado años y yo todavía no he podido dejar de pensar en esas adorables bolitas saltarinas que me acompañaron durante tantas horas. Por suerte, ya puedo parar de echarlas de menos, y es que el pasado 22 de septiembre salió el acceso anticipado de Slime Rancher 2, con una Beatrix LeBeau más preparada y con más ganas de aventuras que nunca.
En esta ocasión nuestra Beatrix decide que ya no le queda nada por descubrir en la Lejana, Lejana Pradera y, sin dudarlo un segundo, coge su pequeño barquito y pone rumbo a Isla Arcoíris. Allí, a pesar de que en apariencia solo se va a encontrar una pequeña isla, también descubrirá la existencia de una especie de invernadero enorme equipado con todo tipo de tecnología antigua. Una casa como la que tenía en su anterior tierra, zonas de huerto y cría de slimes. E incluso su propio laboratorio subterráneo, con objetos y mejoras similares a los que dejó atrás.
Como en el juego anterior, nuestra misión es montar nuestro propio rancho de slimes. Estos, como quizá ya sepáis, sirven para alimentarlos y que expulsen unos prismas llamados plorts (sí, sus cacas) que podremos vender. Dependiendo de qué tipo sean, conseguiremos más o menos dinero por ellos. Para poder hacer esto tendremos que ir explorando la isla, tanto para conseguir los diferentes tipos de slimes como para encontrar comida para ellos, ya sea fruta, verduras o carne. Esto hace que comencemos explorando cerca de nuestra nueva casa para conseguir cierta estabilidad y dinero, aunque poco a poco nos iremos adentrando cada vez más en la isla. Una vez más, no todo es tan simple como parece, y a medida que vamos explorando y desbloqueando zonas iremos viendo que quizá todo ese equipamiento no estaba ahí por casualidad. Isla Arcoíris oculta algunos secretos, y tiene un propósito que no esperábamos cuando llegamos allí con nuestra barquita.
Con lo que os he contado hasta ahora quizá da la sensación de que Slime Rancher 2 es exactamente el mismo juego, pero os puedo asegurar que en el fondo no es del todo así. Si bien la base es la misma, tal y como podría decirse con muchos otros juegos, como pasa por ejemplo con Pokémon, también nos encontramos con diferentes novedades que le darán cierta emoción a la exploración. Las nuevas localizaciones y sus conexiones entre ellas, además de los enormemente coloridos gráficos que las acompañan (en contraparte a los del título anterior, que eran más planos), consiguen confundirnos para empujarnos siempre un poquito más allá y que intentemos desvelar los pequeños puzles que hay por el camino. Y, si nos dejan, intentaremos contárselo a nuestras amistades del interior del juego.
Por otro lado, además de volver a ver slimes ya conocidos como el básico slime rosa o el majísimo slime gato, tendremos nuevas especies que podremos coleccionar o llevarnos a nuestro rancho. El slime algodón, con forma de conejito amarillo que nos encontraremos ya desde el inicio; el slime aleteo, con un aspecto que nos recuerda a una mariposa naranja; el slime pescador, muy inspirado en un pez abisal (aunque mucho más mono) que nos proporcionará plorts con una pequeña antenita de luz; el slime murceguillo, con forma similar a un murciélago y que sin duda nos acabará recordando a Zubat; y por último, que no peor, el slime colianillado, que quizá se pueda pensar que está basado en un mapache pero en realidad es un tanuki con todas sus consecuencias, utilizando incluso su habilidad para convertirse en una estatua y pasar desapercibido.
Como detalle que me gusta bastante, y quienes hayan jugado al anterior comprenderán muy bien por qué, es que a las típicas opciones de configuración (que no son pocas, por cierto) se le añaden unas que nos permitirán ajustar el nivel de hostilidad del entorno. Podremos activar o desactivar los slimes hostiles y el alquitrrán, una bola negra enorme que come slimes y no dudará en atacarnos. Además nos permitirán elegir la cantidad de daño que recibiremos, tanto si queremos disminuirlo como aumentarlo (quién sabe para qué querríamos hacer eso, pero ahí está la opción). Que está muy bien el juego como está, pero hay días en los que es pensar en el alquitrrán y se te quitan las ganas de irte un poquito más lejos solo por si te encuentras un nuevo grupo con ganas de fiesta.
Slime Rancher 2 cuenta con los cambios suficientes para hacernos querer volver a jugar con las bolitas de colores y descubrir su nuevo hábitat. Al mismo tiempo, mantiene su línea en casi todo lo que ya nos proponía en su primera parte, dejándonos un título muy continuista pero que, sinceramente, tampoco querríamos que fuese de otra manera porque no lo necesita para mantenernos jugando las mismas horas que el anterior. Al fin y al cabo, han conseguido que nos parezca monísimo montar un negocio de vender cacas. Y lo volvería a hacer una tercera vez.
Copia de prensa proporcionada por Monomi Park.
I run on coffee, sarcasm and lipstick. Hace años le vendí mi alma a Bioware y me convirtieron en la Shadow Broker. Tengo un papelito que dice que soy N7, pero no quieren darme mi propia nave. Me gusta llevarle la contraria a la gente y por eso soy una Inquisidora enana y pelirroja.