Análisis de Alfred Hitchcock – Vertigo

Nota de la autora: En Alfred Hitchcock – Vertigo se utiliza la palabra “vértigo” según su acepción popular, es decir, miedo irracional e intenso a las alturas. Es completamente diferente de su significado clínico, siendo el vértigo un trastorno del equilibrio que causa una sensación ilusoria de movimiento. Por este motivo, me referiré en el texto al término correcto referido al miedo a las alturas: acrofobia.

Conozco el trabajo de Pendulo Studios desde hace años. No en vano, Hollywood Monsters es uno de los títulos que mejores recuerdos me ha traído (¡salvo el puzle de Escocia!), y posteriormente me divertí lo indecible con Igor: Objetivo Uikokahonia. Fue por eso que en cuanto vi que eran los responsables de Alfred Hitchcock – Vertigo decidí que lo jugaría más pronto que tarde. Como ha sido el caso de otros títulos como F.I.S.T. Forged in Shadow Torch o Teenage Mutant Ninja Turtles: the Cowabunga Collection, Meridiem Games ha lanzado una completa edición física para consolas. Ésta incluye su estupenda banda sonora original como archivo descargable, así como filtros para utilizar durante nuestra partida y el libro de arte (tanto físico como digital).

Aunque se titula como la película homónima de 1958, no es una adaptación de la misma, como podríamos esperar. Alfred Hitchcock – Vertigo trata sobre la historia de Ed Miller, un escritor que encuentran junto a un puente a punto de lanzarse al vacío. No sabe cómo, pero cree que es el responsable del accidente de coche que ha matado a su mujer y su hija. Esto le deja postrado en una cama, sufriendo acrofobia además de la evidente depresión dados los hechos. Sin embargo y para nuestra sorpresa, ya en los primeros minutos Ed recibe la visita de una afamada psicóloga no únicamente por su estado de ánimo, sino porque, según los registros, Ed no estaba casado ni tenía descendencia alguna.

Mediante hipnosis, Ed reexperimentará recuerdos para obtener datos fundamentales

El modo de juego se basa principalmente en la toma de decisiones. Tenemos libertad para explorar el escenario en el que nos encontremos, pero solamente podremos interactuar con determinados objetos. Eso sí, tanto en dicha manipulación como en las conversaciones podremos elegir entre varias alternativas, que van desde mover a un gato de su manta favorita a intentar convencer a un paciente para que nos cuente su historia. Es una trama lineal en la que sentimos que tenemos mucha mayor libertad de acción que la que nos da el juego en realidad.

El estilo artístico podría definirse como tipo cartoon, con gráficos que recuerdan bastante a The Wolf Among Us de Telltale Games o a Borderlands. Sin embargo, algo no termina de cuadrar. En algunos personajes el modelado no es muy acertado, resultando bastante extraños e incluso generando rechazo. Si esto fuese intencional no habría inconveniente, pero no es así. Las animaciones tampoco están demasiado pulidas, tanto faciales como de movimiento, llegando incluso a desaparecer toda expresión mientras un personaje habla. Esto se percibe además en multitud de cinemáticas, en las que se intenta llegar al recurso narrativo del personaje callado que transmite una sensación concreta. Pero no se logra, y da lugar entonces a una serie de silencios que resultan más bien incómodos.

Aparecen también quick time events, pero muchas veces se utilizan solamente para que el personaje realice la acción que el juego tiene planeada y se quedará quieto hasta que pulsemos los botones correspondientes. Es más, en ocasiones el resto de la escena continúa su curso mientras nuestro muñeco está literalmente congelado en una parte del escenario. Hay que destacar el impresionante trabajo de doblaje que se realiza (al menos en castellano), en el que el reparto consigue dotar a los diferentes protagonistas de una expresividad de la que carecen en pantalla.

Los personajes, para bien o para mal, no dejan indiferente a nadie

Lo más destacado de Alfred Hitchcock – Vertigo es, sin duda, su trama. Se trata de un thriller psicológico que, al igual que la película en la que se inspira, contiene múltiples giros de guion, gran parte de los cuales son completamente inesperados. No solamente tendremos momentos de revivir nuestro pasado, sino que en ocasiones también habrá que analizarlo. El modo de hacerlo es muy similar a las neurodanzas de Cyberpunk 2077. Tras experimentar un recuerdo, regresaremos a él mediante hipnosis y podremos explorar la zona buscando pistas que nos revelen lo que queremos saber. Respecto de los personajes, no puedo decir que haya conseguido empatizar con ellos. Gran parte parece que se esfuerzan en, directamente, caer mal. Incluso, sin entrar en spoilers, sentí más de un momento de vergüenza ajena dado el desarrollo de la historia, sobre todo durante la primera mitad del juego.

Esperaba con muchas ganas Alfred Hitchcock – Vertigo. Ya no solo como aficionada al misterio, sino también por ser el resultado del trabajo de uno de mis equipos desarrolladores favoritos. Y, sin embargo, me deja una sensación agridulce. Por una parte, está su argumento, que es más que interesante y funciona muy bien como gancho para tenernos frente a la pantalla. Pero aparecen ciertos tropos que resultan un tanto rancios, unidos a los déficits en su apartado artístico, que a veces llega a la comedia involuntaria y llega a sacarnos de la partida. Se queda como una experiencia a medio gas, un quiero y no puedo de una aventura gráfica que partía de una premisa estupenda pero no llegó a dar en el punto exacto.

Clave proporcionada por Meridiem Games.