La bruja en brillante armadura

Análisis de The Knight Witch

Análisis de The Knight Witch

Reputación es lo que los demás saben de ti. El honor es lo que sabes de ti mismo.

Louis McMaster Bujold, Una campaña civil (1999).

Todas las leyendas tienen una estela que las hace sobrevivir en el tiempo. Pero, con el paso de este mismo tiempo, la historia se altera y se retuerce. Cuando esto ocurre con gente viva, hablamos de fama. Esa extraña relación parasocial que da poder a tan pocos y que tan fácil se puede caer cuando esta es infundada. ¿Qué ocurre si pasamos todo esto a un medio tan ávido de leyendas, fama, estelas e historias difuminadas con el tiempo como el propio medio del videojuego? Que obtenemos The Knight Witch.

En The Knight Witch nos encargaremos de salvar nuestra ciudad bajo tierra de una invasión gracias a Rayne, la única capaz de usar el poder de las Knight Witch tras la desaparición del resto de las anteriores. Aunque suene a un poder innato o un caso más de La Elegida, la gracia de este doble título se encuentra en que su poder aumenta mediante la admiración y la esperanza que el pueblo tenga con ellas, o como dicen en el propio juego, el Link. De aquí en adelante tendremos una historia sobre la reconstrucción del pasado tras un grave conflicto, reputación en la comunidad, responsabilidad y honestidad a través de un personaje que ha estado en ambos lados del cuento.

Es gracioso porque el símbolo de nivel es una cadena

Dentro del gameplay, nos encontramos con un metroidvania de corte más clásico: tenemos nuestras zonas, nuestros enemigos, nuestros jefes y subjefes y, por supuesto, nuestras salas y zonas secretas a las que no podremos entrar hasta más adelante, es decir, hasta que no consigamos X o Y mejora. La exploración, en general, es placentera gracias a un fácil sistema de navegación y unos espacios bien representados que nos dejan claro por dónde tenemos que ir o qué tenemos que recordar para más adelante. No obstante, no nos dejarán explorar en paz, y los enemigos, como los ladrones, aparecerán por todos los rincones. Para eso, el juego dispone la manera del shoot’em up o la manera del deck, es decir, o pegar tiros o usar magia en forma de cartas para quitarnos las molestias por delante, que combinadas crean un combate rápido y ágil. En general, manejar a Rayne no me ha supuesto ningún problema, tanto en la velocidad de vuelo como en los momentos que exigían más reflejos.

Como se puede entender hasta ahora, el juego interpreta sus mecánicas de forma binaria: por un lado, en el combate, la parte Knight (pegar tiros y ya está), y la parte Witch (todo lo relacionado con la parte de magia y habilidades). Por otro lado, en lo social la parte de la buena fama (que la gente crea en ti con todas sus fuerzas aunque eso implique maquillar la realidad) o la parte honesta (en las cuales la población está más descontenta pero no te odias a ti misma porque tú has estado en ese lado de la población y no querrías mentirte). No obstante, la línea de esta binariedad es mucho más difusa de lo que puede presentarse: no hace falta decantarse de forma absoluta por ninguna de las dos maneras en las que el propio juego se quiere entender (o Knight o Witch, o reputada u honesta), y ante la dificultad que pueda suponer eso, el juego pone maneras por las cuales llenar los vacíos y suplir la falta de equilibrio para a quienes les pueda suponer una piedra en el camino.

Oh, vaya, tenemos a un crítico por aquí

Sin embargo, a veces esta accesibilidad y ayuda que el propio juego parece ofrecer es más difusa de lo que alguien que se atasca querría ver. En vez de dar un sistema de accesibilidad directo y sincero a través de un menú como en otros casos, lo transforman en un sistema de “trucos”, reminiscente de otros tiempos, el cual prácticamente es imposible de encontrar en los diferentes niveles si no sabes dónde mirar o lo que tienes que buscar. Otra forma es el poder de la combinatoria que, ante la falta de paciencia que puedan provocar varios niveles y combates, recomiendo. Paciencia que se puede llegar a perder con varios de los combates, especialmente los jefes, si no tienes experiencia en los shoot’em up o directamente bullet hell. Es de estos casos donde la duración del juego que pueda aportar está inflada por el mero hecho de que la mitad de mi experiencia ha sido explorar tranquila, y la otra reintentar y reintentar una y otra vez muchos de los combates y pantallas por la cantidad de elementos en la propia pantalla. No es que sean injugables —solo he encontrado varios puntos en este juego que se puedan denominar como tal— sino que para una aventura que quiere centrarse tanto en la historia y en ofrecer algo que “todo el mundo pueda completar”, no lo ofrecen en bandeja de plata.

Con un arte simpático pero no sobresaliente y un sistema de juego que acompaña de forma sencilla una pequeña historia con gran significado, The Knight Witch ofrece otro metroidvania más concentrado y pequeño de lo acostumbrado, cambiando las espadas por los disparos y la magia; lo cual no implica que minimice su dificultad o su capacidad de poner a prueba la frustración. No obstante, acompañar un personaje tan claro y simpático como Rayne a salvar a su querido mundo lo puede valer para quien se arme de la calma que este género requiere.

Clave proporcionada por Super Awesome Hyper Dimensional Mega Team.

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kelerele
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"No estoy muerta, estoy en alguna mazmorra de parranda. O escribiendo, que quién sabe con estos tiempos". Me puedes encontrar como @anus_kele en Twitter.

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