Análisis de Marvel’s Spider-Man 2

Tengo que reconocer que no soy una fanática del Hombre Araña. Hay otros personajes de Marvel que me gustan más y, además, prefiero las historias más míticas y espaciales. Aun así, la encarnación del Universo Cinematográfico Marvel o las diferentes versiones del Spiderverso me han gustado mucho. Y aunque tengo que reconocer que el Peter Parker que sale en Marvel’s Spider-Man no es mi favorito, el juego me gustó mucho. Algo similar me pasó con su «secuela» y Miles Morales. Así que por supuesto estaba esperando con ganas volver a Nueva York con Marvel’s Spider-Man 2 y nuestros arácnidos favoritos.

Igual que el resto de secuelas de triples A que han llegado estos últimos años, el juego se sustenta en la premisa de «si no está roto no lo arregles». El esqueleto técnico es el mismo y seguimos la misma estructura que mezcla misiones secundarias, coleccionables e historia. Todo esto mientras recorremos una Nueva York mucho más grande que en sus antecesores. Si en Miles Morales permanecíamos en la misma región, en esta ocasión podemos cruzar el río y encontraremos nuevos barrios: Astoria, Brooklyn, Queens, Williamsburgh y Little Oddesa se suman a los anteriores. Y están más llenos de gente que antes. Porque ante todo, se nota que estamos en PS5, llevamos varios años ya con la consola, y en Insomniac no son unos novatos con la plataforma.

Podría hablar de cantidad de partículas, la luz, el renderizado, la capacidad de un viaje rápido a cualquier punto del mapa en un instante (adiós a los viajes en metro), que son los detalles que están ahí y en los que enseguida nos fijamos. Pero donde se nota la potencia es en lo llena que está ahora la ciudad y cómo se mueven sus habitantes por ella. Y esta es la clave del juego.

Si en el primer Spider-Man uno de los principales coleccionables que nos hacía recorrer la ciudad era fotografiar lugares y edificios emblemáticos (reales y marvelitas), en esta ocasión vuelven a estar presentes. Pero esta vez no serán lugares sino personas y situaciones. Esto nos obliga a bajar a pie de calle y conocer pequeños detalles de la ciudad: combates de wrestling, mercados semanales, peleas de música en parques, etc. Todo lleno de gente, no sólo recorriendo la ciudad, sino viviendo en ella. Veremos también los efectos de algunas peleas en nuestros recorridos. No es un cambio continuo ni repentino, pero es un signo más de que la ciudad es un ente real. Nueva York en esta entrega se nota viva y llena de gente, cambiando la forma con la que nos relacionamos con ella, importándonos un poco más lo que hacemos.

Porque esta es una historia de Spider-Men y Nueva York, y se nota. En este aspecto, tendremos una libertad casi absoluta y en casi todo momento podremos cambiar entre Miles y Peter, de forma casi instantánea. Aunque tengo que confesar que no noté grandes diferencias respecto a usar a uno u otro, ya que ambos son igual de rápidos, fuertes y ágiles. Eso sí, las fases de sigilo son mucho más sencillas usando a Miles y su capacidad de invisibilidad. Lo que no es lo mismo son su chascarrillos en las peleas, con un Peter mucho más gracioso y un Miles que está probando nuevas cosas. Tampoco serán lo mismo las misiones secundarias y algunos coleccionables exclusivos de cada uno. Por ejemplo, las misiones de Miles se centran mucho en su entorno más cercano. En cualquiera de los dos casos, es en estas misiones secundarias donde Marvel’s Spider-Man 2 me ha gustado más.

Este es un juego que se centra en los pequeños detalles y las acciones más cotidianas. Muchas de las secundarias serán pequeñas acciones, breves y de puzles sencillos (y con algunos sacando partido al Dual Sense), pero que resultan un pequeño respiro entre tanta pelea multitudinaria y acción más frenética. Algunas nos sacarán una sonrisa, otras una lagrimilla, pero sobre todo nos servirán para conocer más qué hace especial Nueva York para sus habitantes. Habrá también misiones más largas y paralelas que iremos descubriendo a medida que avancemos en la historia principal, como es costumbre, que seguirán una dinámica similar a la historia principal y que nos darán pistas de futuros DLCs del juego.

En cuanto a la historia principal, no es complicado ver por dónde va a ir tras ver los nuevos personajes que se presentan, así como el villano que ya hemos visto en los tráilers. Si conocemos un poco de la historia del arácnido, no tardaremos en intuir el final de algunos momentos del juego. Porque para bien o para mal, estamos en una historia de Spider-Man y hay cosas que son inevitables en la vida de Peter Parker, y no todas tienen que ver con el tener una identidad secreta. Particularmente, hay algunos eventos, sobre todo en el tramo final, que no me terminan de encajar del todo con la historia que se nos cuenta, pero es entrar en el terreno de los spoilers. Mi opinión está claramente influenciada por conocer al personaje*, y a alguien que no tenga tanta cercanía con él es probable que no le resulte igual.

Pese a lo que pueda parecer, la historia sigue esforzándose por mostrar pequeños momentos que no esperábamos en el juego, incluso un mensaje sobre segundas oportunidades cuya forma de plantearlo y abordarlo me gustó mucho. Algunos no son una sorpresa, como manejar a otros personajes en diversos tramos jugables, pero otros tratan de ofrecer pequeñas sorpresas mecánicas en determinados momentos. Particularmente, en la visita de Connie Island me gustó mucho cómo ofrecía una pausa en el tono habitual, además de mayor variedad mecánica de la que podía esperar. Y sobre todo un respiro de las peleas.

Sobre las peleas de Marvel’s Spider-Man 2, nos encontramos en un caso de «olvido» de todo lo anterior y tendremos a nuestra disposición un árbol de habilidades para cada Spider-Man, y luego uno común. Aquí desbloquearemos nuevos combos y estrategias para enfrentarnos a los enemigos, aunque el juego da por sentado que recordamos la estrategia para todos los enemigos y no se extiende en el tutorial, más allá de unas breves indicaciones de qué tipo de ataque funciona mejor. Por otro lado, aumentaremos nuestra vida, daño, barra de concentración y demás, aparte de mejorar nuestros artilugios, con las fichas y componentes que obtendremos por recorrer la ciudad. Y también desbloquearemos nuevos trajes, lo más importante del juego. En esta vida tenemos que tener unas prioridades claras.

Porque donde Marvel’s Spider-Man 2 brilla especialmente es en el desplazamiento por la ciudad. Como comentaba antes, el cambio de fotografías de lugares a eventos y personas hace que naveguemos por la ciudad de una forma distinta. Ya podemos ver de fondo los grafittis que pueblan la ciudad, y la Torre de los Vengadores (que otra vez no están en casa) destaca entre los rascacielos. No hace falta volver a visitar el Bar Sin Nombre. Además, en el primer tramo del juego desbloquearemos la novedad: las alarañas. Con ellas podremos volar y recorrer a mucha más velocidad la ciudad, por lo que el incremento del mapa no será un problema. Su control está pensado en la velocidad, por lo que en algunas zonas resultará más cómodo usar las siempre fiables telarañas, aunque si queremos precisión, este no es nuestro juego, como ya pasaba en los anteriores.

La clave del juego está en cómo recorremos la ciudad. Ya he dicho que conseguiremos mejoras de vida con diversos componentes y fichas, y estos sólo los podremos conseguir realizando misiones o reuniendo coleccionables. El juego constantemente nos invita a conocer esta otra cara de la ciudad de Nueva York, donde lo importante son sus habitantes y comunidades que lo conforman, antes que los edificios y las vistas espectaculares. Además, cuando vayamos de una misión a otra, oiremos los podcasts tanto de Dani como de Jameson. Lamentablemente, tendremos que andar con mucho cuidado, pues meternos en otro evento, o una pelea, hará que el podcast se corte en seco, sin posibilidad de oírlo en otro momento, lo que me dio bastante rabia.

Otra cosa espectacular del juego son las opciones de accesibilidad, desde asistencias y ayudas de contraste, a configuración de la dificultad por diferentes aspectos. Porque hay veces que lo que se nos atraganta en un combate es que la gente nos hace mucha pupa. Otro aspecto a destacar del juego es el apartado sonoro, no sólo con una banda sonora que sabe colocar las canciones al personaje que tocan, sino el doblaje al castellano, así como su localización. Ambos aspectos lamentablemente no se encuentran acreditados.

Aunque algunos momentos de la historia no me terminen de encajar, el tono general de Marvel’s Spider-Man 2 es muy bueno. En ningún momento flaquea el ritmo, y que se muestren progresivamente los coleccionables hace que nunca nos quedemos sin ellos para descansar entre las misiones. Además, nos invitan y obligan a recorrer la ciudad de Nueva York, ya sea volando o con telarañas. Porque Nueva York y Spider-Man son elementos inseparables. Por más que en algunas historias salga de allí, siempre vuelve al mismo sitio. Y este juego nos muestra un poco más de por qué es así. Puede que nuestra Nueva York exista sin Spider-Man, pero la de Marvel no. Y en Insonmiac lo han sabido comprender muy bien, equilibrando los grandes escenarios con los pequeños momentos.

No es un juego que se extienda durante mucho tiempo (unas treinta horas completando todo al 100%) pero sabe aprovechar cada segundo que nos ofrece, ya sea con misiones secundarias, coleccionables, o la propia historia. O para poder hacer «tsuim-tsuim» por Central Park persiguiendo criminales.

*Si queréis un buen resumen de la historia de Spider-Man, os recomiendo el cómic de Spider-man. Toda una vida, de Chip Zdarsky y Mark Bagley, que cuenta la historia editorial del personaje como si hubiera sucedido en tiempo real en su vida. Voy avisando que se llora con el final.