Don’t be a fool

Análisis de American Arcadia

Análisis de American Arcadia

Por norma general los estudios indie suelen encasillarse pronto, ya sea en género, estética o incluso en las mecánicas utilizadas en sus juegos. Esto, por sí mismo, no tiene nada de malo, porque se comprenden todos y cada uno de los motivos que puedan llevar a esa decisión de diseño, y por eso mismo sorprende todavía más cuando vemos a un estudio pequeño haciendo todo lo contrario. Este es el caso de Out of the Blue Games, que tras presentarnos la isla paradisíaca con elementos fantásticos de Call of the Sea, ahora nos presenta su segundo juego, American Arcadia, que nos traslada a una metrópolis de los años 70 con un secreto enorme. 

Nuestra historia comienza poniéndonos en la piel de Trevor Hills, un contable de 28 años con una vida normal y corriente en su preciosa ciudad retrofuturista: Arcadia. Sin embargo, un día empiezan a suceder cosas extrañas que lo empujan fuera de su rutina habitual, y que nadie más parece percibir. Poco después se pone en contacto con él Angela Solano, utilizando el seudónimo “Kovacs”, para darle una noticia que va a dar una vuelta completa a su vida: Arcadia es una ciudad ficticia cubierta por una cúpula gigantesca y construida única y exclusivamente para retransmitir por televisión e Internet la vida de todos sus ciudadanos. 24/7, sin descanso, cada ciudadano con sus propias cámaras asignadas que permiten a cualquier persona observarles en todo momento. Como os podéis imaginar, esto nos llevará a Trevor queriendo huir de esa prisión en forma de domo, y a Angela tratando de ayudarle a escapar. Y eso será el grueso del juego, que sin spoilers os puedo confirmar que dicha historia dará más giros de los que creéis.

Trevor caminando hacia el interior de su oficina.

Una de las cosas más destacables a la hora de jugar a American Arcadia es la combinación de los dos personajes jugables. Quizá hayáis pensado que todo se limitaría a controlar a Trevor, pero Angela tiene también parte de protagonismo a la hora de tratar de liberar a su amigo. Pero vayamos por partes. Trevor Hill es un personaje de desplazamiento lateral, y con él nos tocará avanzar hacia la derecha y retroceder hacia la izquierda, como suele ser la norma. La mayoría de los escenarios que nos tocará atravesar será corriendo por las diferentes zonas del interior de Arcadia, combinando carreras ligeras con persecuciones, además de multitud de zonas que tendremos que recorrer con sigilo. Todo ello entre puzle y puzle, porque si algo os vais a encontrar en generosas cantidades son rompecabezas que se presentan con todo tipo de formas y dimensiones. A veces nos tocará hacer un puzle basado en saltos entre plataformas, otras moviendo cajas y otras simplemente moviéndonos en el momento adecuado.  

La otra parte importante a la hora de resolver esos acertijos es Angela, a quien, dependiendo del momento en el que tengamos el control, podremos manejar de dos formas diferentes. La primera es combinándose con la vista de desplazamiento lateral de Trevor, y es que Angela puede hackear las cámaras que lo siguen y ayudarlo con la tecnología que hay a su alrededor, desactivando luces, moviendo plataformas o abriendo puertas, entre otras cosas. Por el contrario, la segunda forma con la que manejaremos a Angela es poniéndonos en su propia piel, cumpliendo sus misiones en primera persona y metiéndonos en líos mucho más importantes de lo que ella creía en un principio. Pero tampoco es que se vaya a quejar demasiado, porque ante todo lo que Angela quiere es ayudar a Trevor a ser libre. La combinación de mecánicas entre los dos personajes es lo que le da el aire más fresco a este título, y es que al tener un cambio tan constante y una dependencia entre ellos nunca dejas de divertirte porque siempre encuentras algo nuevo que te mantiene pegada a la silla. 

Oficina de Angela.

El enorme contraste entre el mundo setentero de Trevor y el actual de Angela funciona principalmente por un motivo: lo extremadamente cuidada que está la estética de cada zona. Sin necesitar unos gráficos hiperrealistas nos trasladan a cada sector con precisión, dejando claro una vez más que una buena dirección de arte es todo lo que se necesita para que un juego funcione visualmente. Y, al mismo tiempo, repiten con unos diálogos en inglés y subtítulos en castellano, con voces que podréis reconocer de Call of the Sea (y más). Por supuesto, sin dejar atrás la música que nos acompañará en todo momento, adaptándose a la tensión o la ligereza de cada situación y haciendo que agarréis más fuerte el mando en los momentos más complicados de la trama. Eso, y el jingle que se nos acabará grabando en la cabeza como… bueno, ya lo descubriréis. 

American Arcadia es un título que sorprende en todo lo que se propone. No se limita a ser un juego comparable con El Show de Truman, sino que consigue que nos involucremos por completo en todo lo que les está sucediendo a Trevor y Angela, logrando así que cada pequeño giro del guión nos vaya enganchando cada vez más, manteniendo nuestra atención hasta el último segundo. Y ahora solo os queda decidir si vais a querer seguir siendo espectadores o vais a tomar el control y ayudar a Trevor a huir de Arcadia. Os espero fuera.

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Nix

I run on coffee, sarcasm and lipstick. Hace años le vendí mi alma a Bioware y me convirtieron en la Shadow Broker. Tengo un papelito que dice que soy N7, pero no quieren darme mi propia nave. Me gusta llevarle la contraria a la gente y por eso soy una Inquisidora enana y pelirroja.

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