Y tú, ¿cueces, enriqueces, o te tiras pociones?

29/09/2019 | akusokozan | No hay comentarios
Que si vendas, pociones, amuletos, hechizos, comidas caseras… Cada videojuego es un mundo, y cada uno de ellos tiene su propio sistema de curación. Algunos títulos intentan acercarse a la realidad, basando su sistema de curación en comidas y vendajes. Otros tiran más de la fantasía, con pociones mágicas, invocaciones o hechizos que hacen que incluso resuciten los muertos. La función principal de estos sistemas es normalmente el mismo, que los jugadores no se encuentren con un ‘GAME OVER‘ en sus pantallas cuando los personajes desfallecen.
Con el propósito de profundizar un poco en los que (para bien o para mal) nos llaman la atención, Azka, Darkor_LF y yo (akusokozan) nos hemos juntado para hablar de la función de los healers en los MMORPGs, de los manjares de Final Fantasy XV y de la supervivencia en Metal Gear Solid 3. Pasen y vean, *voz del señor del anuncio del queso President* les he pgepagado una sena de picoteo.
Azka y los curanderos de los MMORPGs
Me parece correcta la existencia de pociones, comidas o vendas para curar a nuestro personaje en los juegos. Es algo que puede ir perfectamente acorde con el realismo o la fantasía mágica. En los MMORPGs es algo muy necesario, siempre dándote de tortas con enemigos, por lo que también es muy común que haya clases especializadas en curar. Dejadme que os cuente un poco más sobre sus peculiaridades.
La función de cada miembro de un grupo o party es muy importante, casi imprescindible, ya que si uno falla, los otros no están preparados para soportar esa carencia. Es un equilibrio, una relación de necesidad, un dar y tomar. Sin embargo se minusvalora la labor del curandero y se le exige mucho. Curar no es solo darle a un botón, también tiene mecánicas como cualquier otra clase, tiene limitaciones de maná o cooldown, por ejemplo. En la mayoría de estos juegos tienes estos problemas, por lo que en algunos han querido innovar, darle un nuevo enfoque a la clase o a su forma de desarrollarse. A continuación unos ejemplos que me han parecido interesantes:
- En TERA los mystics creaban esferas de vida y si querías curarte tenías que cogerlas. Eso suponía tener que estar pendiente de tu función y de tu vida y de dónde estaban las esferas, lo cual era un poco caótico y disminuía tu DPS pero bastante gracioso de ver.
- En World of Warcraft optaron por una especialización del priest que se centraba en curar según el daño que hicieras, así podías ayudar al DPS global a la vez que realizas tu labor.
- Mi favorito es el resultado casi inconsciente al que llegaron en el Final Fantasy XIV. Los healers tenían dos modos: uno que te subía el daño y otro que te subía las curas. Lo cambiabas según las circunstancias, pero la gente acabó exigiéndose tanto que hacían ambas en medio de un boss, y no era tan fácil como suena. Esto fue en expansiones anteriores y ya se modificó pero ha marcado un antes y un después para los curanderos de MMORPGs.
«I’ve come up with a new recipe», por Darkor_LF
“I’ve come up with a new recipe!” fue la frase más repetida de finales de 2016 debido a Ignis, uno de los personajes de Final Fantasy XV. En esta entrega de la saga, cada uno de los miembros del grupo tenía una habilidad de apoyo que iba subiendo de nivel a cada uso: pescar, supervivencia, fotos y cocinar. Las más recordadas y comentadas son las dos últimas. Estaba la tarea emocional de ver las fotos del grupo al final del día, habilidad de Prompto. También teníamos la cocina, otra actividad de apoyo emocional, pero de una forma totalmente distinta, además de ser una fuente de memes por su mecánica.
Ignis es una persona imaginativa y su mente está siempre a la caza de ingredientes nuevos. Al principio del juego, no podías dar dos pasos sin que Ignis iniciara su frase estrella con el “That’s it!”, que nos decía que teníamos una nueva receta. Así que te veías entrando a todas la cafeterías de mala muerte que había en tu camino para ver si había nuevos platos que probar para desbloquear, comprando todos los ingredientes disponibles por si acaso o abalanzándote como una urraca a cualquier cosa brillante por si era una nueva seta. Todo esto para luego buscar un sitio donde acampar y que Ignis cocinara tranquilamente. Los desarrolladores pusieron mucho mimo en estos platos, cocinándolos ellos mismos y fotografiándolos para incluirlos en el juego, para hacernos babear cada vez que había un estofado jugoso en pantalla. Y los fans decidieron hacer un libro de recetas basado en el juego.
Cuidaron mucho esta parte porque es algo muy importante: a nivel mecánico, obteníamos mejoras temporales (24 horas de tiempo de juego), que se podían cambiar comiendo un plato nuevo. A mayor complejidad o rareza, mejores boosters conseguíamos. Para algunas misiones secundarias, era muy recomendable reservar algunos como la tarta ulwaati (+500 de magia/0 de Fuerza) que era ideal para tu enfrentamiento contra el naglfar, inmune a los ataques no elementales. Pero esta habilidad cumple un papel de apoyo más allá de las mecánicas que vemos en combate, y como la fotografía de Prompto, lo hace a un nivel emocional: nada te levanta el ánimo como cenar tu plato favorito. O una sopa bien caliente en medio del frío. Este detalle de incluir la cocina como una mecánica más es otra de las muchas cosas que me gusta de Final Fantasy XV.

Captura propia
Tenemos que comer tres veces al día. No es algo opcional si quieres sobrevivir a largo plazo. Los platos pueden ser más o menos elaborados según tus ganas o tu habilidad, y está siempre la “cocina de supervivencia” y bastantes opciones para cocinar poco y rápido. Ese no es mi caso porque me gusta cocinar. Mucho. Me gusta hacer cosas caseras y guisos elaborados. Por un lado está el componente egoísta de que me gusta comer. También está el factor creativo de “voy a echar todo esto a la olla y espero que sepa bien”. Pero por encima de todo, me gusta disfrutar de la comida con otra gente: reunirnos unos amigos y hablar mientras comemos quiche, tortilla o hummus; jugar al rol engullendo macedonia o sandía. La comida tiene un componente social y emocional que me gusta mucho y que en Final Fantasy XV supieron trasladar muy bien: comes siempre al calor de una hoguera, mientras miras con tus colegas las fotos que os habéis sacado ese día de pesca y caminando.
Snake Eater, porque Kojima no es tonto (akusokozan)
Metal Gear Solid 3 tiene (para mí) de las mejores tramas de la saga, pero no voy a entrar en detalles de por qué ahora mismo (igual para el 15º aniversario el año que viene). El nombre de la misión principal queda muy chulo: Operación Snake Eater. Porque tienes que eliminar a los Cobra. Y el nombre en clave del agente que tiene que cumplir la misión de infiltrarse es Naked Snake. Qué arte tienes, Kojima. ¿Pero sabéis qué más cosas hay en relación con las serpientes? LA COMIDA. Que algo tan “mundano” como la comida acabe siendo tan importante en este juego es una de mis cosas favoritas de toda la saga de MSG, y por eso mismo he decidido dedicarle un hueco en este artículo.
Snake es un machote. Lo ha hecho todo en el ejército, controla el cuerpo a cuerpo, se tira de aviones, lo mismo te dispara una AK47 que te pone una mina… y encima sabe cazar. Si es que es para casarse con él. Como Snake está en mitad de la URSS rural, no es que haya un McDonalds a la vuelta de la esquina esperando, así que el pobre hace lo que puede. La comida en MGS3 no te recupera vida instantánea, pero sí stamina, que te permite sanar más rápido. Cuanto más rica, más stamina recuperas. Y si caduca, pues te envenenas (o le haces la jugarreta a The Fear).
Sí que es cierto que a lo largo de MGS3 puedes pillar raciones y productos ya hechos, pero lo más característico es que Snake puede cazar (y comérselo). Bear Grills, siéntate y aprende.

«Vale. Pero — ¿a qué saben?». Snake, Big Boss de día, foodie de noche. Fuente
Snake puede cazar una gran variedad de animales, pero los que más abundan son las serpientes. Grandes, pequeñas, blancas, verdes… tienes más elección que en el Mercadona. Y a Snake le gustan mucho también. Y si a él le gustan, pues a mí también. El simbolismo que hay en torno a las serpientes en este juego lo toca todo, desde el significado de los nombres hasta el gusto en la comida. Y, al fin y al cabo, las serpientes son lo que “mantienen vivo” a Snake, que está allí para acabar con la madre de los Cobra (que también es la suya), cerrando así una especie de ciclo.
Reina de la procastinación. Juego a cosas, escribo de cosas y leo sobre cosas. The Witcher 3 me absorbió el alma y desde entonces no he sido la misma.
Difusora de la palabra de Pratchett a tiempo completo. Defensora de causas pérdidas e inútiles. Choconiños o barbarie. Hipster por necesidad. Tengo una pipa falsa. +50 en pedantería.
Estudiando para hada madrina, que dicen que para estudiar nunca es tarde. Jubilada de los MMOs. Ahora llevando la magia gamer a las nuevas generaciones.