Se-t-acumula el correo

Preview de Mail Time

Preview de Mail Time

Desde hace un par de años nos estamos encontrando con diferentes juegos en los que la premisa principal es repartir cartas o paquetes. Si bien no era esa la idea de Kojima cuando promocionaba Death Stranding diciendo que quería crear un nuevo género, lo cierto es que no se puede negar que este también influyó en que la gente le pudiese encontrar la gracia a un concepto tan simple como repartir cosas y recibir fragmentos de historias a cambio. Esto, precisamente, es lo que he podido encontrar en Mail Time, en lo poquito que he podido jugar para traeros esta preview.

El juego empieza con la creación de nuestro personaje. Este es un pequeño gnomo, y su selección se hace visualizándolo a modo de dibujo, aunque luego en el juego sea un modelo 3D que es igual de adorable que su homónimo plano. Las opciones de personalización son relativamente pocas, pero más que suficientes para conseguir que nuestro gnomo se sienta como propio. Podremos elegir nuestros pronombres, el color de piel y pelo, el peinado, el color de la ropa y el aspecto de la mochila, todo con bastante limitación, pero con unos tonos tan bien combinados que no nos costará configurarlo a nuestro propio gusto.

Una vez ajustado el aspecto que nos acompañará durante el juego (aunque podremos modificarlo cuando queramos si algo no nos acaba de convencer), comienza nuestra historia. Es nuestro primer día repartiendo el correo y, como persona novata (gnomo… ¿gnovato?) en el trabajo, tenemos a alguien que nos acompaña y explica cómo va la cosa. Ella es Janet, una gruñona pero amable señora que será la que conduzca nuestra furgoneta de reparto, y la que nos dará nuestra primera misión: entregarle una carta a una eriza. 

Protagonista yendo a hablar a una rana

Para ello nos dirigiremos a la Arboleda Arbórea, donde nos encontraremos con los diferentes niveles del juego, comenzando en una pequeña zona del bosque poblada por varios animalitos de lo más cucos. Podremos hablar con ellos, y la mayoría se limitará a decirnos hacia dónde debemos dirigirnos para completar el objetivo principal. Sin embargo, no siempre se queda en eso su interacción, porque también tendremos la posibilidad de que esos animales nos hagan sus propios encargos, que nos llevarán a través de unas pequeñas misiones secundarias tales como conseguir que la tortuga de carreras tenga unas llamas molonas pintadas, o que una nutria consiga el amor de su querida caracol. Para ello tendremos que hacer repartos sencillos, como una carta, o buscar por todo el escenario unos coleccionables que habrá que entregar al destinatario. 

Cada nivel, dividido de una forma que nos recuerda a juegos noventeros como Banjo-Kazooie, tanto por sus dimensiones como por sus diferentes alturas, o por su libertad para poder recorrerlos a nuestro gusto, tendrá todos sus objetivos en el interior del mismo. Si queremos alcanzar todas sus secciones o alturas deberemos saltar, dando pequeños saltitos o entre plataformas más elevadas. Además, también iremos rebotando en los diferentes elementos del escenario que pueden darnos un impulso extra que nos llevará a otras zonas menos accesibles. Aparte de eso, tendremos la posibilidad de planear de una forma muy cuqui, utilizando una carta enorme en comparación con nuestro tamaño. Todas esas facilidades de movimiento y la ausencia de enemigos o combates harán que nos animemos a recorrer el mapa de arriba abajo por pura curiosidad y para encontrar todos los secretos que haya escondidos. Todo para cumplir con nuestro objetivo: entregar todo lo entregable.

Protagonista usando el parapente

En cuanto a su apartado audiovisual, todo su conjunto está implementado para hacernos sentir que es un juego amable y calentito. La música y los sonidos, sin destacar demasiado, combinan perfectamente con el tono del escenario, dándole el toque que necesita sin buscar una relevancia que los eleve. En cambio, el apartado visual es un poco más arriesgado al unir sprites con estética de lápices de colores y un mundo modelado en 3D, pero lo cierto es que funciona muy bien gracias a que las propias texturas encajan entre sí al tener también un aspecto dibujado con lápices, dándole coherencia a los dos elementos y consiguiendo ese estilo tan agradable.

Mail Time es un título que podemos esperar con ganas si tenemos cierta debilidad por los juegos acogedores, porque nos ofrece un pequeño viaje contenido y seguro, sin limitarse a ser el típico título en el que lo único que tienes que hacer es dar dos clics cada media hora. Además, las reminiscencias a esos juegos de plataformas de nuestra infancia consiguen hacerlo sentir como algo que ya conocemos, un lugar en el que ya estuvimos y que ofrece la sensación de estar como en casa.

Humble Bundle Instant Gaming

Cómprame un café en ko-fi.com

Nix

I run on coffee, sarcasm and lipstick. Hace años le vendí mi alma a Bioware y me convirtieron en la Shadow Broker. Tengo un papelito que dice que soy N7, pero no quieren darme mi propia nave. Me gusta llevarle la contraria a la gente y por eso soy una Inquisidora enana y pelirroja.

No hay comentarios
Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: