Paberse matao

Análisis de Have a Nice Death

Análisis de Have a Nice Death

El género roguelike no es lo mío. Mi cantidad de muertes en este tipo de juegos está vergonzosamente por encima de la media. Y no me importa. Me tomo muy en serio lo de “caer y volverse a levantar”. Y es por esto que el anuncio de Have a Nice Death hizo que me fijara en él. Llamadme básica, pero que me desearan una buena muerte, en un roguelike, es algo que me encantó. Bueno, vale, el tono humorístico que envuelve al título también ayudó, pero vayamos por partes.

Las cosas en Death Incorporated, organización encargada de procesar almas, se han desmadrado. Parca, presidente y cofundador de esta gigantesca empresa, sufre un considerable burnout después de tantos años de trabajo. Y algunos de sus empleados han aprovechado esta circunstancia para sembrar el caos, saltándose los protocolos y dejando a Parca enterrado bajo una inmensa montaña de papeleo. Así pues, nos pondremos en la piel del maltrecho presidente y recorreremos cada rincón de Death Incorporated tratando de poner algo de orden.

Have a Nice Death es un roguelike de acción 2D en el que los niveles se generan de forma aleatoria, haciendo que cada partida sea diferente. Y no solo eso, sino que además tendremos cierta libertad para escoger qué salas explorar. Esto se debe a que recorreremos uno a uno los diferentes pisos y departamentos de Death Incorporated y, al llegar al final, encontraremos un ascensor. Aquí, decidiremos a dónde queremos ir entre varias opciones. De este modo, quedará en nuestra mano acceder o evitar ciertas áreas, según lo que nos apetezca o lo que nos veamos capaces de afrontar.

Y es que vamos a morir, y mucho. O, bueno, quizás no tanto, dado que Parca no puede morir como tal. Pero sí nos derrotarán en múltiples ocasiones, y volveremos a la casilla de salida: la Oficina del Presidente. Cada vez que esto ocurra, veremos un informe sobre cómo se nos ha dado la run. Asimismo, la puntuación obtenida se transformará en experiencia. Y ésta es la clave para avanzar en el juego, ya que iremos desbloqueando ciertas ventajas conforme subamos de nivel. Por ejemplo, empezar la partida con un ánima básica o con una maldición cambiante.

De hecho, ha sido uno de los puntos que más me ha enganchado del juego. Y es que me parece una forma bastante buena de contrarrestar la frustración de tener que repetirlo todo una y otra vez. Have a Nice Death no cuenta con selector de dificultad, pero nos permitirá activar el modo Autorrealización, que ofrece ciertos beneficios para facilitar un poco las cosas. Eso sí, sin llegar a transformar la partida en un paseo. Seguiremos sudando la gota gorda, sobre todo con jefes, mini jefes y salas que nos producirán ganas de romper periféricos. Aunque sí hay formas de complicar las cosas, en caso de que seáis esa clase de masoc-digo… personas.

Captura de pantalla de combate y plataformas de Have a Nice Death

Al comenzar cada vuelta, Julieta, directora de Logística de Flujos, nos presentará dos tipos de contrato para elegir uno. Estos tienen sus pros y sus contras, por lo que deberemos pensar bien cuál nos conviene. En caso de cumplir el acuerdo, obtendremos la bonificación prometida y, de igual modo, sufriremos una penalización si fracasamos. Asimismo, podemos acumular hasta cuatro contratos, o incluso volver a tirar a cambio de lingotes.

Pero antes, podemos invertir algo de tiempo en la Oficina del Presidente, zona sin enemigos y donde apareceremos tras cada derrota. Aquí, podemos consultar las estadísticas obtenidas en intentos anteriores —tiempo total de la partida, maldiciones activadas, puntos de salud, almeuros y prismium acumulados, etc.—, visitar a Muriel, artista, pintora y performer, para decorar Death Incorporate; consultar el armamento desbloqueado y probarlo con Edu, ayudante de contabilidad.

También tendremos acceso al árbol de mejora donde veremos qué se desbloquea en cada nivel y cuánto falta para completar el presente. Y podremos hablar con José, gerente de la oficina, que nos mostrará su mercancía, para la cual desbloquearemos ofertas cada vez mayores según vayamos explorando la empresa y completando tareas. Además, la Oficina del Presidente será el lugar donde activaremos o desactivaremos el modo Autorrealización.

Una vez hablemos con Julieta, la suerte estará echada. Escogeremos el contrato pertinente y nos trasladarán al primer área con enemigos. Aunque, antes de entrar de lleno en la zona de combate, podremos escoger una guadaña. A partir de este punto, cada partida será diferente y no habrá vuelta atrás. Sin embargo, cada intento tiene una estructura común.

Las diferentes zonas que atravesaremos no son demasiado largas, y encontraremos el ascensor que nos trasladará a la siguiente al finalizar cada una. De igual modo, cada intento cuenta con un número limitado de pisos, entre los que se nos asegura un jefe y la tienda. Los jefes de cada departamento, también llamados Lamentos, supondrán un verdadero reto. Tanto que es fácil que nos derroten en nuestro primer encuentro. Aunque a medida que nos enfrentemos a ellos, aprenderemos sus ritmos y movimientos y serán más asequibles.

Captura de pantalla de un diálogo de Have a Nice Death

Y lo mismo ocurre con mini jefes y el combate en sí. Have a Nice Death es un juego desafiante, pero no imposible. Si bien es cierto que pondrá a prueba nuestra frustración en numerosas ocasiones, en frío veremos que avanzar no resulta tan complicado como pudiera parecer. Además, las cosas que desbloqueamos con lingotes podrán aparecer en siguientes sesiones. Sea al inicio del nivel, sea derrotando enemigos, o sea a cambio de almeuros en la tienda.

También será importante conocer el arsenal que llevamos equipado, y saber cuál se ajusta más a nuestro estilo de juego. Comenzaremos siempre con un arma, pero pronto asignaremos elementos a los espacios de capa y hechizo, bien comprándolos en la tienda, bien como recompensas de combate. Pero, sobre todo, aprender a esprintar en el momento oportuno puede salvarnos en más de una ocasión. Y lo mismo ocurre con el comando Furia, un ataque especialmente fuerte que dependerá del frenesí acumulado.

Por su parte, lo que más deberemos gestionar serán las curaciones. Disponemos sólo de tres espacios para ánimas, y estas esencias vitales se dividen en dos tipos. Las ánimas azules regenerarán heridas, mientras que las ánimas doradas otorgan una curación total, sanando heridas y restaurando puntos de salud.

Otro elemento a tener en cuenta durante nuestros intentos serán las maldiciones que escojamos. En determinados puntos, el Sr. Escupitájez, inspector de salud y seguridad, nos dará a elegir una entre varias. Éstas otorgan una serie de ventajas pasivas y están clasificadas por colores, siendo rojas las referentes a audacia, verdes para la excelencia y azules para innovación. Podremos escoger si especializarnos en una rama o combinarlas al gusto. Además, algunas maldiciones incluirán desventajas. En cualquier caso, si disponemos de algún comodín de Maldiciones Cambiantes, tendremos la oportunidad de renegociar.

Mientras recorremos cada rincón de Death Incorporate puede que demos con alguna que otra zona secreta. Estas habitaciones proporcionan recompensas lo suficientemente jugosas como para molestarse en buscarlas. Sin embargo, para acceder a ellas deberemos consumir una explosión de ánima, por lo que tocará pensar bien si merece la pena en ese momento.

Captura de pantalla de Parca de Have a Nice Death.

Llegado este punto pensaréis “mucho texto”, y razón no os falta. Por suerte, en el juego toda esta información queda bien recogida en el manual del empleado, a tan solo un botón de distancia. Además de tutoriales o contenido extra como datos sobre armas, empleados, enemigos y lugares. Todo ello envuelto en tono humorístico. Y es que Have a Nice Death tiene, sobre todo, un tono ligero. Algo que quizás puede chocar con el tema de la Parca, pero que le sienta de muerte (je). También trata temas de salud mental sensibles y condiciones de trabajo precarias, todo ello desde la sátira. Por lo que hay que andarse con ojo si este tipo de contenido nos provoca algún grado de incomodidad.

Desde el menú de pausa también podremos visualizar las maldiciones activadas, las armas equipadas y el mapa de la zona. Además, tendremos la opción de acceder a la configuración, donde se echan en falta algunos ajustes de accesibilidad. Y es que si bien podemos activar la media vuelta automática o la ayuda al esprintar, no se nos permite aumentar el tamaño de los textos. Una verdadera pena, ya que algunos se quedan pequeños en modo portátil, y se trata de un apartado del juego bastante rico. Además, se encuentra disponible en varios idiomas, entre ellos el nuestro, y el equipo de traducción está acreditado de forma general en los títulos finales.

Have a Nice Death es un roguelike que pondrá a prueba nuestra frustración, pero con el que sentiremos que siempre avanzamos. Está envuelto con un apartado audiovisual cuidado al detalle y un tono satírico que, si bien se mueve en torno al humor negro, no resulta desproporcionado o fuera de lugar. Más bien todo lo contrario. Nos cruzaremos con un buen elenco de personajes maravillosos, así como diálogos, animaciones y situaciones que nos harán soltar más de una carcajada. Y, por si os quedáis con ganas de más, sabed que existen múltiples finales. Dicho lo cual, solo me queda desearos… una buena muerte.

Cómprame un café en ko-fi.com

Aonia Midnight
Aonia Midnight @AoniaMidnight

Curiosa, reflexiva y torpe // Palomitas y cerveza // Psicóloga porque lo dice un título // Mi mente está llena de mundos en los que evadirme // Nothing is true, the cake is a lie

No hay comentarios
Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

A %d blogueros les gusta esto: