Deja hecho testamento por si te enganchas
Análisis de Testament: The Order of High Human

13/07/2023 | Aonia Midnight | No hay comentarios
A menudo llegan a la redacción toda clase de títulos que quizás se escaparon de nuestro radar, pero tienen mucho que ofrecer. Y a pesar de que a veces coinciden con trenes de claves que han licuado nuestros cerebros de mucho analizar y poco descansar, consiguen resultar refrescantes. Este ha sido el caso de Testament: The Order of High Human, el primer juego de Fairyship Games, que nos traslada a un mundo fantástico en el que nos defenderemos con espada, arco y magia.
En esta aventura en primera persona nos pondremos en la piel de Aran, el rey inmortal de los Altos Humanos. Tras la traición de su hermano Arva, deberemos recorrer Tessara enfrentándonos a todo tipo de amenazas y tratando de recuperar nuestro poder perdido. Para ello, deberemos combinar nuestras habilidades con magia y armas, utilizar las esquivas para ganar espacio con nuestros oponentes, resolver puzles y hacer parkour. Pero vayamos por partes.
Testament: The Order of High Human no es un juego difícil en sí, pero sí puede poner a prueba nuestra frustración si nos dedicamos a machacar botones al entrar en combate. Nuestros primeros pasos servirán a modo de tutorial para que nos familiaricemos con los controles o para que escojamos si preferimos jugar con ratón y teclado o con mando. También si vemos necesario cambiar algún comando en el apartado correspondiente, así como ajustar la sensibilidad de la cámara, cambiar la dificultad o modificar el tamaño de los subtítulos. Esto último nos vendrá especialmente bien si jugamos en Steam Deck.
Una vez manos a la obra, descubriremos que la mejor estrategia a menudo es el sigilo, al menos para quitarnos de encima tantos enemigos como sea posible. Y si nos vemos en la obligación de enfrentarnos de forma directa a nuestros oponentes, lo más efectivo será alternar magia, arco y espada. Es más, podremos utilizar el poder de la perspicacia para desvelar debilidades y puntos críticos y utilizar dicha información en nuestro favor.
El propio juego nos forzará en más de una ocasión a utilizar todo lo que está en nuestra mano para superar el combate. Esto significa que, por ejemplo, no será raro que nos enfrentemos a un grupo en un lugar cerrado y debamos utilizar la magia para ganar algo de espacio. De igual modo, algunos enemigos estarán protegidos por un ojo, obligándonos a eliminarlo antes de poder acabar con ellos. Por no hablar de las condiciones, fortalezas o debilidades propias de cada oponente, que deberemos tener en cuenta a la hora de enfrentarnos a ellos.
Debo admitir que estas encerronas me hicieron perder los nervios en más de una ocasión, pero no resulta imposible afrontarlas. Además, contaremos con recursos suficientes para ello, sobre todo si los gestionamos bien. Tendremos a un comando de distancia la posibilidad de curarnos o recuperar fuerza espiritual, y encontraremos repartidos por el escenario suficientes elementos para reabastecernos. De igual modo, dispondremos de todo un abanico de objetos consumibles que nos ayudarán en combate durante cortos periodos de tiempo. Así, por ejemplo, podremos lanzar flechas de fuego, hacer menos ruido con nuestras pisadas o golpear algo más fuerte.
Pero el combate, si bien es uno de sus puntos fuertes, no será lo único que ocupe nuestro tiempo. Para avanzar en nuestra aventura, a menudo nos veremos en la obligación de superar áreas de plataformas, así como resolver ciertos puzles. Así, no sólo conoceremos más sobre el trasfondo de la historia, sino que obtendremos poderes que nos ayudarán en nuestro camino. Además, Aran es un personaje que reacciona al entorno, ofreciéndonos información sobre el combate o dándonos a conocer más detalles de la trama. Eso sí, siempre en inglés, aunque la interfaz y otros textos se encuentran en múltiples idiomas, entre ellos el nuestro. No se hace mención al equipo de traducción, aunque ciertos fallos apuntan a que no hay ninguno detrás. Al menos profesional.
También conoceremos más sobre lo ocurrido si exploramos lo suficiente, ya que daremos con múltiples cuadernos que contienen pequeños fragmentos de texto que aportarán algo de contexto. Cabe decir que toda esta información se irá anotando en nuestro diario, permitiéndonos consultar en cualquier momento cualquier nota que hayamos descubierto. De igual modo, podremos leer más acerca de los personajes y enemigos que encontraremos en el camino. Y, por supuesto, dispondremos de información actualizada sobre la misión principal y las secundarias, por si fuera necesario.
A lo largo de la aventura, conseguiremos experiencia que supondrá aumentar el nivel de nuestro personaje. Cada nivel traerá consigo un punto de habilidad que podremos invertir en el árbol correspondiente. Y aquí encontraremos tanto acciones que nos facilitarán las cosas en combate —pausar el tiempo al utilizar el arco, por ejemplo— como hechizos diferenciados por clases. De modo que podremos asignar estos puntos conforme a nuestro estilo de juego.
Testament: The Order of High Human no es un juego lineal, sobre todo si queremos explorar cada rincón de Tessara. A menudo necesitaremos desbloquear ciertas habilidades para poder acceder a caminos que antes permanecían cerrados. De igual modo, las misiones secundarias servirán para desviarnos del camino principal con la seguridad de no perdernos nada. Podremos escoger aquella o aquellas que queramos seguir para que aparezcan en la brújula, e incluso viajar rápidamente entre zonas utilizando Faros de Luz. Sin embargo, no dispondremos de un mapa con el que situarnos, debiendo hacer un ejercicio de memoria si queremos volver a visitar un punto que nos resultó interesante.
En cualquier caso, el apartado audiovisual invita a sumergirse durante horas sin mirar el reloj. Si bien gráficamente no roza el realismo absoluto —tampoco lo pretende ni lo necesita—, nos moveremos por un mundo cuidado al detalle. Quizás se eche en falta algo de vida, pero encaja con la historia encontrarnos un lugar desolado. Por su parte, el apartado sonoro aporta a la inmersión a pesar de su sencillez. Especialmente si usamos auriculares. Además, cuenta con función de autoguardado, no permitiéndonos guardar en cualquier momento. Un secuestro en toda regla, a base de decir «en el próximo punto lo dejo», si se me permite el apunte.
Estamos ante un juego al que merece la pena asomarse. Testament: The Order of High Human ofrece una cantidad considerable de horas descubriendo cada rincón de Tessara y la historia de dos hermanos dirigidos por diferentes caminos y motivaciones. Además, la forma en la que nos fuerza a alternar armas y magia para superar los enfrentamientos aporta dinamismo al combate. Y lo mismo ocurre con la necesidad de utilizar consumibles, esquivar y observar las debilidades de los enemigos. Eso sí, si tuviera que sacarle una pega sería al hecho de que a menudo cuesta más afrontar encerronas con varios enemigos que jefes propiamente dichos.
Al principio puede resultar frustrante, pero llega a ser adictivo una vez nos hacemos a las mecánicas. De igual modo, las zonas de plataformas y los puzles que deberemos resolver para avanzar muestran el equilibrio perfecto en cuanto a reto se refiere. Además, podremos ir en busca de la salida o seguir caminos más complejos con la esperanza de hallar un cofre con algo interesante. Sin lugar a dudas, se trata de un juego que no debería pasar desapercibido.
Curiosa, reflexiva y torpe // Palomitas y cerveza // Psicóloga porque lo dice un título // Mi mente está llena de mundos en los que evadirme // Nothing is true, the cake is a lie