Análisis de The Invincible

La ciencia ficción y la exploración planetaria son dos de mis cosas favoritas, junto con las historias que se van desarrollando lentamente, a pinceladas. Si juntamos todos esos elementos y los ponemos dentro de un walking simulator, nos encontramos con The Invincible, una propuesta original e intrigante, basada en el libro homónimo de Stanisław Lem.

La historia nos traslada a Regis III, el planeta donde despierta nuestra protagonista, Yasna. Es una astrobióloga perteneciente a la Mancomunidad, una de las facciones de este mundo. No recuerda nada de lo que ha pasado antes de que se despierte, y mientras busca al resto de sus compañeros de tripulación, investiga la superficie del planeta y por qué ha llegado hasta allí. Un juego envuelto en un aura de misterio del que iremos encajando las piezas poco a poco a través de vestigios, conversaciones con uno de nuestros compañeros de misión y con los recuerdos que Yasna vaya recuperando.

El gameplay de The Invincible es sencillo, y ahí es donde reside su encanto. Aparte de caminar y recorrer todas las zonas de Regis III, podremos interactuar con ciertos elementos del entorno, como máquinas y robots, además de nuestros propios dispositivos: un telémetro, un detector de metales, una sonda y el mapa. Este último es de los más importantes porque a cada paso que dé Yasna dibujaremos esa zona. Tendremos puntos de referencia y pistas dejadas por nuestros compañeros para poder orientarnos, pero al final Yasna tendrá la tarea (involuntaria) de crear un mapa fidedigno de este planeta. Y ahí también entrará la curiosidad de la persona que juega, puesto que se pueden tomar rutas más directas hacia los objetivos que nos marcan u optar por dar algunas vueltas e intentar dibujar todo lo que hay a nuestro alrededor. El resto de elementos gráficos y de interfaz son muy intuitivos, por lo que sabremos siempre qué hacer y no nos encontraremos con combinaciones complicadas de botones a la hora de interactuar con todo lo que nos encontremos por el mundo.

Además de andar, en determinados puntos del juego tendremos también la posibilidad de conducir un vehículo. Una tarea que puede costar un poco al principio pero que acaba siendo satisfactoria porque recorreremos vastos escenarios en muy poco tiempo, al contrario que si lo hiciéramos andando. El control es bastante sencillo aunque a veces la cámara nos puede jugar malas pasadas, pero no podemos volcar. Si recorremos terrenos más escarpados no tendremos tampoco dificultades más allá de manejar un poco la cámara e ir más despacio. Las interacciones con los elementos del mundo en general son muy asequibles y algo diferentes entre ellas, intentando que The Invincible no sea solamente un juego de caminar y tomar alguna decisión en las conversaciones. 

Yasna no estará totalmente sola en el planeta, puesto que hablaremos con Novik, el jefe de la misión que se ha quedado en la nave de la Mancomunidad. Conversaremos muy a menudo con él, sobre todo para asegurarse de que seguimos con vida, o simplemente para saber qué tal estamos. Son otros de los puntos pivotales del juego, y nos darán varias opciones de diálogo, algunas de ellas con límite de tiempo, así que este título nos exige atención constantemente. De estas conversaciones haremos que Yasna se incline a ser más racional o más temperamental según lo que acabe de ocurrir, por ejemplo. Decisiones que se reflejan también en un cómic que se va escribiendo según avance la historia, y que cambiará según lo que elijamos. Una manera original de repasar nuestras aventuras por Regis III. 

A nivel gráfico, The Invincible es una delicia. El detalle de cada uno de los escenarios, del propio mapa, de todos los personajes y elementos que nos vamos encontrando hace que parezca que estemos viendo una película interactiva. Contamos además con un modo foto con el que pasar horas sacando capturas del planeta, y dejándonos fotos espectaculares. Tampoco hay pantallas de carga y el juego va a 60FPS muy fluidos en PlayStation 5, por lo que aprovecha al cien por cien las capacidades de la consola. El mando háptico es quizás lo que esté menos aprovechado, puesto que no hay un uso especial de las funcionalidades de la resistencia de los gatillos o de la vibración del mando cuando andamos por terrenos determinados. Sí que en las primeras horas de juego se percibe la frecuencia en la que el corazón de Yasna late, más rápido o más despacio, pero luego desaparece. 

La música y el diseño de sonido son otro de los puntos donde este título brilla. Aunque muchas veces solo nos acompañarán los vientos que recorren el planeta, o las voces de Novik y Yasna, la música ambiental nos meterá de lleno en la exploración de este planeta. El equipo de desarrollo ha logrado crear un ambiente inmersivo, rico y lleno de matices en un mundo solitario y desconocido, con una protagonista que solo se tiene a sí misma y una voz a miles de kilómetros de ella.

Las voces del juego están totalmente en inglés, y la actuación es sublime. Cuenta con un reparto con experiencia en el mundo del doblaje del videojuego, como Andrew Wheildon-Dennis, que interpreta a Krauta en este juego, y que ha aparecido en otros títulos como Killer Frequency, Dead Island 2 o Baldur’s Gate III. Cada uno de los actores y actrices han logrado transmitir perfectamente la desesperación, el miedo, las dudas y los pequeños momentos de alegría que hay en The Invincible. Además de poder leer los subtítulos en inglés, lo podremos hacer también en portugués brasileño, francés, alemán, ruso, ucraniano y español. La localización a nuestro idioma es estupenda y aparece totalmente acreditada al final del juego.

The Invincible es una historia envolvente, intrigante y curiosa, llena de cuestiones filosóficas y diseños atompunk que harán las delicias de cualquier amante de la ciencia ficción espacial. Tomando como base el libro homónimo de Stanisław Lem, el equipo de desarrollo ha conseguido crear un fantástico walking simulator, que consigue ser casi una película interactiva. Un juego con mecánicas llamativas para terminar de sumergirnos en los misterios de Regis III, de El Invencible, la Mancomunidad y los recuerdos perdidos de Yasna.