DONT DEAD OPEN INSIDE

Análisis de Do Not Open

Análisis de Do Not Open

Nunca he estado en una escape room. Sin embargo, es una actividad que me llama mucho la atención. En alguna ocasión ya he comentado que la idea de aparecer en una habitación y tener que apañármelas para salir, por algún extraño motivo, me resulta atractiva. Y antes de que penséis que estoy pirada y/o que tengo kinks muy siniestros, permitidme decir que es una cuestión puramente intelectual *se recoloca las gafas*. Me gusta poner a prueba mi ingenio y cuando Do Not Open apareció en mi radar, no pude sino sentir curiosidad. ¿Escape room de terror en la seguridad de mi hogar? Compro. O, bueno, no hizo falta, porque la gente de PlayStation tuvo a bien ofrecernos una copia física, y quién soy yo para negarme.

Un pequeño vídeo introductorio nos mostrará a Michael J. Goreng teniendo una seria conversación en la que se mencionan un suicidio y una herencia. Y no, no se trata de un misterio a resolver, sino de una desgracia familiar que nos obligará a trasladarnos al que será el escenario de nuestras pesadillas durante las próximas horas. Es más, como los infortunios nunca vienen solos, también recibiremos un ultimátum de nuestra pareja… y apareceremos en un sótano sin saber bien cómo ni por qué.

Será aquí donde aprendamos las mecánicas de Do Not Open y empecemos a empaparnos con una ambientación que pone los pelos de punta. Podremos agacharnos, correr e interactuar con algunos objetos. También encender y apagar una linterna que, por suerte, no necesita recarga de ningún tipo. Y no tardaremos en descubrir que podemos escondernos en determinados lugares. Esto se debe a una presencia que ronda la casa y que no dudará en acabar con nuestras vidas tan pronto como nos vea. O nos escuche, ya que correr o fallar demasiado durante la resolución de un puzle atraerá su atención.

Si queremos evitar una muerte segura, lo mejor será prestar atención a los sonidos y, en caso de jugar las ediciones de PlayStation, a la vibración del mando. Cuando el monstruo aparezca en el escenario, escucharemos cómo atraviesa una puerta para acceder, y cuando se acerque a donde nos encontramos, notaremos la vibración del mando al compás de sus pasos. Y no solo eso, sino que la intensidad será mayor o menor según lo cerca que esté de nuestra posición. Esto resulta de mucha utilidad para calcular cuándo salir de nuestro escondite, si hemos conseguido llegar a uno. Y es que los andares de Michael pueden resultar extremadamente lentos, tanto erguido como agachado. Sobre todo en comparación al ágil caminar de nuestro enemigo.Captura de pantalla de Do Not Open. Reloj de pulsera.

Escabullirse no es complicado, pero sí puede resultar bastante agobiante y, en ocasiones, un tanto injusto. Sin embargo, considero que esto es intencionado, para obligarnos a observar los movimientos del monstruo antes de actuar. También para añadirle tensión al asunto, por supuesto. Lo mismo ocurre si escogemos el modo Escape Room de juego, donde contaremos con un tiempo límite para superar el escenario. Y es que Do Not Open tiene dos modalidades: Normal o Escape Room, siendo ésta la única diferencia. Cabe decir que dispondremos de tiempo suficiente para resolver los rompecabezas y escapar, por lo que todo dependerá de si queremos sentir la presión del cronómetro en nuestros hombros o tomarnos las cosas con calma. De igual modo, podremos consultar un reloj con tan solo pulsar un botón.

A lo largo de la partida, recorreremos un total de cinco salas, a las que accederemos desde un inofensivo recibidor. Esta zona servirá como punto de control y zona para coger aire tras superar, o no, una habitación. Es decir, no exploraremos libremente la totalidad de la mansión, sino que iremos una a una recorriendo diferentes estancias. Para acceder a ellas, y liberar atajos, utilizaremos una palanca de hierro presionando varias veces un botón en el momento preciso. Si fallamos, podríamos hacer suficiente ruido como para atraer la atención de la presencia.

Una vez dentro de las diferentes habitaciones, la dinámica será la misma. Tendremos que recorrer la estancia en busca de pistas con las que resolver diversos puzles, y así obtener las dos partes de una llave. Una vez conseguido esto, y evitando que el monstruo nos atrape, deberemos alcanzar la puerta de salida. Si morimos durante el proceso, apareceremos en el recibidor y tendremos que volver a la sala hasta completarla. Cabe decir que si bien los puzles a menudo requerirán papel y lápiz, son perfectamente asumibles, aunque en alguna ocasión la combinación de monstruo y puzle puede resultar algo frustrante.

Otra cosa a tener en cuenta es que salas y puzles se generan de forma procedural, es decir, nunca encontraremos la habitación tal y como era en nuestro último intento. Esto evitará que nos aprendamos la resolución de los rompecabezas, pero promueve en cierta medida la rejugabilidad de Do Not Open. Sobre todo si queremos intentar mejorar nuestro tiempo u obtener todos los logros sin el peso de haber memorizado el paso a paso. Y lo mismo ocurre con su corta duración, ya que se trata de un juego de apenas 2-3 horas, dependiendo de cuánto nos atasquemos o nos atrapen.

Captura de pantalla de Do Not Open. Sala del piano.

Como no podía ser de otra manera, apenas nos darán pistas de lo que debemos hacer, para fomentar nuestra exploración y libre albedrío. Esto nos llevará a dar con alguna que otra nota —tampoco muchas— a través de las que conoceremos más sobre el trasfondo de la historia. Y podremos acceder a algunas de ellas desde el menú correspondiente si en ese momento no podemos o no queremos pararnos a leer. Además, el título se encuentra en múltiples idiomas, entre ellos el nuestro, tanto en lo que se refiere a voces como a textos. Y aunque no podremos modificar el tamaño de los subtítulos, podremos activarlos y desactivarlos en cualquier momento.

Mientras exploramos también es probable que nos llevemos algún que otro susto, en ocasiones producto de pequeños jumpscares, aunque no será la norma. Donde mejor lo hace Do Not Open es en su ambientación, y es que si gráficamente han cuidado cada detalle, el apartado sonoro llegará a ponernos los pelos de punta en más de una y de dos ocasiones. Esto hará que la inmersión sea absoluta, sobre todo si jugamos a oscuras y con auriculares, poniéndonos en la piel de nuestro protagonista y llegando a sentir la tensión en nuestro propio cuerpo.

Do Not Open es una experiencia corta, pero intensa, que nos dejará con ganas de más. Incluso sin ser partidaria de la primera persona con mando, y los juegos donde, además, hay que mover un puntero con éste, he de admitir que lo he disfrutado de una sentada sin problemas. Se trata de un título que invita a sumergirse, con un doblaje y un apartado sonoro increíbles, y donde los puzles nos harán devanarnos los sesos sin resultar demasiado frustrantes. Y donde el monstruo aporta tensión sin ser excesivamente persistente, en un equilibrio estupendo entre el juego del escondite y la exploración. Dicho esto, solo puedo recomendaros actuar contra toda indicación, abrir el juego y experimentar el terror.

Humble Bundle Instant Gaming

Cómprame un café en ko-fi.com

Aonia Midnight
Aonia Midnight @AoniaMidnight

Curiosa, reflexiva y torpe // Palomitas y cerveza // Psicóloga porque lo dice un título // Mi mente está llena de mundos en los que evadirme // Nothing is true, the cake is a lie

No hay comentarios
Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

%d