Game of the Year 2022

29/12/2022 | Azka | No hay comentarios
Los GOTYs, los premios más importantes para los videojuegos porque los posicionan como los reyes del cotarro. Los mejores. Pero como esto es algo muy subjetivo porque depende de gustos y tendencias, y no solo de temas técnicos, como bien ha demostrado Geoff con la nominación sorpresa de Stray, aquí también hacemos lo propio. ¡Fight me si no estáis de acuerdo!
Aonia Midnight
Cuando anunciaron The Callisto Protocol, pensé que sería mi juego del año. Y a decir verdad es un juego increíble. Fiel sucesor de Dead Space, lo suficientemente parecido como para sentirse así y lo bastante diferente como para que no parezca El Mismo Juego. Además, para eso ya viene el Remake. Tiene buenos sustos, va bien servido de gore y los monstruos no están nada mal. Incluso pude jugarlo sin problemas en ordenador, a pesar de los muchos que tuvo la gente durante el lanzamiento. Es un juegazo de forma indudable.
Sin embargo e influenciada, en parte, por el resultado de los Game Awards, tengo que decir que mi juego del año es A Plague Tale: Requiem sin ninguna duda. Me da mucha pena que se haya “enfrentado” a títulos como Elden Ring, Horizon Forbidden West y God of War, porque la realidad es que no tenía nada que hacer desde el principio. Todos y cada uno de ellos son brutales. Pero A Plague Tale: Requiem es un juego redondo.
Continúa y termina (o no) la historia sin perder el hilo. Sus personajes evolucionan desde donde lo dejaron en el título anterior y a lo largo del nuevo juego. Y aquellos que conoceremos conseguirán cautivarnos en igual medida. Visualmente es precioso, incluso en los escenarios más oscuros, y el apartado sonoro no hace sino enriquecer la experiencia. Además, nos ofrecerán nuevas armas y mecánicas de ataque y defensa, pero manteniendo la importancia del sigilo. Sigilo que nos hará devanarnos los sesos en más de un escenario. Asimismo, aunque Amicia estará más que dispuesta a dejarse llevar por la sed de sangre, nos insistirán a menudo en que no es la mejor solución, haciéndonos plantearnos nuestra elección. ¿Estamos apostando por la violencia por ser el camino más rápido? Desde luego no siempre es el más sencillo.
Por su parte, tengo que conceder que haya sido el primer videojuego en 31 años que me ha hecho llorar. Me reservo las razones porque entran en el terreno de los spoilers, pero sí os animo a jugar ambos títulos y disfrutar la experiencia tal y como merece el juego del año.
Akusokozan (Cris)
Creo que puede ser la primera vez desde el GOTY de The Witcher que estoy de acuerdo con el premiado oficial. Y es que Elden Ring es mucho Elden Ring.
Mientras que por un lado llevo siguiendo de muy cerca la alta fantasía creada por George RR Martin, nunca he tenido el suficiente interés para adentrarme en ningún ‘souls’. Pero tengo que reconocer que me ha encantado la combinación, y lo seguirá haciendo por muchos meses más.
Porque Elden Ring es un reto que me estoy tomando a pasitos, poco a poco. El ‘git gud’ es una práctica con la que nunca he estado en sintonía, pero al César lo que es del César. La curva de aprendizaje en Elden Ring es tan natural para mí, que apenas me doy cuenta de que estoy mejorando. Y aunque los combates pueden ser increíblemente frustrantes y acabe haciendo la croqueta por medio mundo, lo disfruto.
Es un juego de detalles, donde el lore no te lo tiran a la cara y tienes que hasta buscarlo. Y ese nivel de artesanía, de añadir los detalles donde nadie los buscaría, tiene muchísimo encanto.
También es un juego al que no se le ha acabado el potencial ni de lejos, y donde seguramente siempre haya algo que explorar.
Hacía tiempo que buscaba un juego que me sumergiese tanto, pero que al mismo tiempo no me atrapase ni obsesionara, y Elden Ring era la combinación perfecta. Vuelvo a él cuando sé que tengo el tiempo necesario para dedicarle, y la sensación de recoger el control y ver que mi moñeco Sin Luz sigue ahí, dispuesto a croquetear por las Tierras Intermedias y a morir incontables veces.
Así que ahí voy, conquistando el mundo desde el Necrolimbo hasta Caelid pasito a pasito. Porque GOTY o no GOTY, Elden Ring está hecho para disfrutar ese paseo.
Darkor_LF
Este año mi GOTY va para una secuela muy esperada que ha sabido sacar partido a la PS5 y mostrar todo el potencial teraflopístico de la nueva generación. Estoy hablando, cómo no, de Horizon Forbidden West.
Si hay una saga de juegos que ha tenido malísima suerte en sus lanzamientos, esta ha sido la saga Horizon. Si Zero Dawn salía al mismo tiempo que Zelda Breath of the Wild, su secuela, Forbidden West, salió sólo una semana antes que Elden Ring, quedando no sólo eclipsada, sino desactualizada como mundo abierto. Lo que es una lástima, porque la nueva entrega de la saga de Guerrilla Games ha demostrado estar no sólo a la altura, sino mucho más allá que su predecesor.
Horizon Forbidden West tiene muchas virtudes y quizá la más clara es tomar su primera entrega como un terreno de pruebas para lo siguiente: más grande, más dinosaurios, más armas, más misiones, más teraflops… Quizá lo que más destaque como siempre en estos casos es lo bonito y definido que se ve todo. La luz, el color, los distintos ambientes… Lo que podemos ver en una PS5 parece un viaje al año 2030 y no es complicado quedarte mirando al horizonte, sin poder creerte lo que ven tus ojos.
Lo otro que destaca es el cariño que se ha puesto en la trama y los personajes. Aunque la anterior entrega tenía un plantel muy bueno, en muchas ocasiones los personajes pasaban por nuestro entorno sin pena ni gloria. Para esta entrega, se les ha dado más espacio y tendremos la posibilidad de ahondar más en las vidas y motivaciones de nuestros aliados y conocidos. Como si hubieran decidido poner más puntos en carisma a todo el mundo.
Si en el primer juego acabé cautivada por las ideas de la trama y el lore, en esta ocasión lo que se ha ganado mi corazón han sido los personajes. Y aquí, por encima de todo, somos de querer a los personajes más que nada.
Nix
En enero de 2022, al dirigir la vista a la lista de lanzamientos con fecha fija, me daba la sensación de que este iba a ser un año flojo para mí porque, a pesar de que había muchos juegos interesantes, no era capaz de ver el que sería MI JUEGO. Pero Miyazaki tenía otra opinión. Elden Ring pasó de ser un juego que iba a jugar por puro trámite de análisis, como uno más, a convertirse en una obsesión que no me voy a quitar de encima en años. Y solo por eso ya le entregaría el GOTY.
Sin embargo, todavía hay más. Elden Ring no es un juego perfecto, tiene problemas como excesivas mazmorras que acaban haciéndose repetitivas tanto por su diseño como por sus jefes, o ciertos ajustes de algunas misiones secundarias a las que llegas por pura casualidad. Pero no necesita ser perfecto porque, como nos muestra el propio mundo del juego, incluso lo que se considera malo puede tener su belleza y su propia importancia. Como Morgott.
La versatilidad de Elden Ring también me parece uno de sus mayores puntos a favor. Por un lado, funciona perfectamente para la gente que solo busca un reto, pasa de la trama y va de jefe en jefe, muerte tras muerte, hasta terminar el juego. Al mismo tiempo, también funciona para la gente a la que le cuesta más y prefiere entretenerse en los caminos, quienes únicamente buscan lore o quienes solo están ahí por probar, a ver si les gusta. Y, por supuesto, como fue en mi caso, también funciona para quienes quieren equilibrar el combate y la historia, buscando exprimir lo máximo posible del juego para que pueda durar sus 400 horas o más.
Elden Ring fue un juego que me demostró que él tenía paciencia conmigo, que quiso enseñarme a jugar, que me vio analizar cada piedra y observar a cada personaje que me iba encontrando, tanto amigo como enemigo. Elden Ring consiguió convertirse en algo más.
Alystrin
Este año ha sido el de complicarme la vida. Por un lado he estado atacando fortísimo lanzamientos que tenía pendientes: Sekiro Shadows Die Twice y Cuphead, sin ir más lejos. Pero los dos tienen ya sus años y no estaríamos hablando de títulos de 2022. Por otra parte, tengo Elden Ring. Madre mía, Elden Ring. Mi puerta de entrada al universo de Miyazaki, que se dice mal y pronto, y del que ya hemos hablado un montón de veces y más que lo haremos.
Pero como no quiero repetir temas que mis compañeras ya han desarrollado más y mejor que yo, voy a dar mi pequeño huequecito de honor haciendo una pequeña trampa. Mi juego favorito de este año ha sido un recopilatorio: Teenage Mutant Ninja Turtles: The Cowabunga Collection. Aunque siempre me gustaron las Tortugas Ninja, nunca me había animado a dar el paso a los videojuegos y menos aún a los arcades tradicionales. Y madre mía. He echado más horas de las que quiero confesar, tanto sola como en compañía, intentando derrotar a los esbirros del Clan del Pie. Porque hay un montón de mundos y misiones, y repartir candela con estos cuatro adolescentes verdes es particularmente satisfactorio. Además, su modo multijugador hace que sea un título ideal para compartir buenos ratos y descubrir el universo quelonio a nuevas generaciones. Casi nada.
También tengo que nombrar de forma obligatoria un título que no esperaba que me gustase tanto: The Quarry. Conocía el trabajo de Supermassive Games por sus The Dark Pictures Anthology (y hemos disfrutado fuertemente con The Devil in Me), pero esta historia slasher de campamento ha sido divertida como pocas. Aderezada con poco susto pero bastante tensión y mucho humor, los misterios de Hackett’s Quarry me han enganchado como muy pocos videojuegos de este año. Y, por si fuera poco, nos ha regalado una de nuestras nuevas frases insignia: ¡Destreza!
Azka
Ha sido un gran año para la industria del videojuego. Han salido muchos títulos, y de muy buena calidad, que me hacen dificilísimo tomar una decisión como es elegir un GOTY. También han salido títulos rotillos por tema prisas, pero eso mejor dejarlo en el olvido en estas fechas tan bonitas. Como decía, me parece muy difícil elegir solo uno para tal honor, pero haré el esfuerzo, entre otras cosas porque algunos de los que me gustaría nominar no he tenido la oportunidad de probarlos, pero sé que me robarán el corazón cuando lo haga porque sus antecedentes y las críticas que han obtenido así lo apuntan. Así pues, limitándome a lo que he podido clavarle el diente este año, mi GOTY es Return to Monkey Island.
No os sorprenderá porque he chillado mucho sobre él, desde que se supo de su existencia hasta que por fin lo jugué y rejugué. Aunque su repercusión en el mundillo de los videojuegos en comparación con los favoritos de la categoría sea más modesta, lo que han hecho en Terrible Box con este título ha sido una maravilla. Por un lado porque es muy difícil volver a enganchar con una saga que tuvo su éxito hace tanto tiempo. Las cosas cambian, y lo que nos marcó en una etapa de nuestra vida puede que ya no lo haga, aunque lo recordemos con mucho cariño. Estar a la altura de las expectativas es muy difícil. Ron Gilbert y Dave Grossman vuelven a dirigirlo, pero el resto del equipo ha cambiado. De verdad que aunque le tenía muchas ganas sabía que no podía ser lo mismo, y no lo ha sido, pero qué bien lo han hecho. Un estilo artístico muy diferente y que casa muy bien con la línea humorística. Una historia nueva, pero con tantos guiños y referencias a las antiguas que te sientes como en casa. Tan bien llevada, y apuntando a la patata. Una obra de arte.
Puede que si no eres fan de la saga no la sientas de esta manera, y que, por esto mismo, deba quedar fuera de la lista general de la mayoría. Que le he echado muchas más horas a Xenoblade Chronicles 3, que es un juegazo, pero Return to Monkey Island lo que hace lo hace tan bien que para mi siempre será el GOTY de 2022.
Patreon
Como ya viene siendo tradicional, hemos pedido a la gente de nuestro patreon que vote cual es su GOTY y para variar, hemos tenido empate. En este caso, Horizon Forbbiden West y Xenoblade Chronicles 3
Estudiando para hada madrina, que dicen que para estudiar nunca es tarde. Jubilada de los MMOs. Ahora llevando la magia gamer a las nuevas generaciones.
Curiosa, reflexiva y torpe // Palomitas y cerveza // Psicóloga porque lo dice un título // Mi mente está llena de mundos en los que evadirme // Nothing is true, the cake is a lie
Reina de la procastinación. Juego a cosas, escribo de cosas y leo sobre cosas. The Witcher 3 me absorbió el alma y desde entonces no he sido la misma.
Difusora de la palabra de Pratchett a tiempo completo. Defensora de causas pérdidas e inútiles. Choconiños o barbarie. Hipster por necesidad. Tengo una pipa falsa. +50 en pedantería.
I run on coffee, sarcasm and lipstick. Hace años le vendí mi alma a Bioware y me convirtieron en la Shadow Broker. Tengo un papelito que dice que soy N7, pero no quieren darme mi propia nave. Me gusta llevarle la contraria a la gente y por eso soy una Inquisidora enana y pelirroja.
Cosplayer, otorrinolaringóloga, streamer y, sobre todo, mamarracha profesional. Cuqui del almendruqui que no dudaría en sacarte las muelas por tus "incorrecciones políticas"